Baila Rosario Toledo

El violín con la guitarra se cruzan.
El contrabajo y la caja con su percusión se rozan.

Sonidos que bailan y se abrazan.
La armonía de la música se hace una sola y la Sala se inunda de un espíritu libre con Ultra High flamenco.
Los músicos te transportan a mundos buenos. Ya iba en el título de un tema que presentaba el contrabajo, Pablo Martín Caminero. Vivir en positivo.
Ahora mismo era el momento de solo música y baile.

Y aparece Rosario Toledo como una pluma que va y viene. Que vuela.

Pinta trazos en el aire. Lleva colores en el movimiento. Y sonrisas complices a la oscuridad. Parece una improvisación de lo expresiva, pero ese es el trabajo de años.
Al tesón le pone imaginación y es entonces cuando se hace versátil su talento.

Rosario es bailaora y coreógrafa. Se licenció en Danza española por el Conservatorio de Danza de Sevilla.

Es de Cádiz, donde da clases y pone todo su entusiasmo y verdad a sus alumnos.
 Con 20 años ganó en Córdoba el premio "Argentinita por guajiras, y el de la "Malena" por tarantos.
A  partir de ahí empezó a volar. Mario Maya la llevó como bailaora solista en De Cádiz a Cuba. Bienal de Sevilla. Cante de las Minas. Compañía de Javier Barón. Israel Galván. Antonio el Pipa. Invitada de Poveda...

Y ella sola, con toda su fuerza y fantasía interpretando su danza. Ahí es cuando Rosario Toledo baila.