Beneficios sociales de la legalización del cannabis

La legalización del cannabis es una de las preocupaciones que tiene el mundo contemporáneo. Gracias al alto consumo y la alta demanda que tiene, es imposible alejar la vista de este fenómeno. El debate está entre si debería o no ser legal.

Fuera de los términos de lo que implica la drogadicción y el consumo ilegal de drogas, hay beneficios importantes a tener en cuenta, que afectan al consumo de estas sustancias, además de su distribución. Es por ello que los argumentos son más profundos que simplemente la libertad en su consumo para fines recreativos.

Entre los beneficios están los que implican el campo médico, el científico y los socioeconómicos. A continuación los aspectos sociales de mayor peso para tener en consideración la legalización del cannabis.

Mayor disponibilidad de información oficial para el público general

Es de difícil acceso encontrar información fiable respecto a los efectos del cannabis en el organismo humano, ya que hay demasiada desinformación en la red. Esto se debe a grupos que convenientemente manipulan los datos para su legalización sin ningún fundamento científico. Esto no se regula, ya que no está establecido un control formal al respecto, por lo que la desinformación se suministra la población general sin tener ningún percance.

Esto hace que el consumo del cannabis se utilice para fines médicos, por ejemplo, pero no de forma correcta, lo que termina en patologías aún peores. Pero no se trata del consumo del cannabis en sí mismo, sino que es algo referente a la automedicación.

También hay otro factor a tener en cuenta respecto a la desinformación. Más allá de las consecuencias morales, el consumo desinformado del cannabis genera falsas expectativas respecto a las consecuencias que tienen el organismo. Esto lleva, por ejemplo, a la adicción al cannabis, incluso a daños en la salud.

La información para un consumo guiado y que sea consciente genera consecuencias positivas. El tema está en que es imprescindible poder educar a la población al respecto. Hay Bancos de Semillas Españoles que están a disposición del comprador, lo cual tendría beneficios importantes, si fuera bien distribuida la información adecuada.

Control por parte del Estado

Mientras sea ilegal el consumo del cannabis, el Estado no podrá tener un control respecto a su producción, distribución y consumo. Todo lo que ocurra alrededor de esta droga estará lejos de los ojos de las entidades gubernamentales. Esto es peligroso, ya que implica que hay unos ingresos informales en la economía, altos índices de criminalidad, consecuencias a la salud que no pueden ser medidas y falta de vigilancia respecto a los consumidores finales.

Si el Estado tuvieron una regulación respecto al cannabis, pudiera formar parte de la economía formal, para así tener un ingreso fiscal muy fuerte. Por ende, también podrían cobrarse cobrar impuestos por su distribución y/o venta. Además, un consumo regulado implica conocer quiénes son los consumidores finales y así tener un control estadístico que se acerque mucho más a la realidad.

Este control, aunque suene restrictivo, no necesariamente es algo que se trate como un factor penalizador. Se refiere a cómo llevar estadística respecto a lo que pasa al rededor del cannabis. También, claro está, lo económico es más que interesante: tener ingresos fiscales para el Estado, como lo haría con cualquier producto que se consuma. Para ejemplos están en el alcohol y el tabaco.

Disminución de la criminalidad

Al ser el cannabis una droga ilegal, implica que el narcotráfico está detrás esto. Lleva a altos índices de criminalidad que no tienen que ver solo con la evasión de impuestos o de la distribución, sino que son crímenes violentos que muchas veces recaen o terminan en muerte o en secuestro. Para poder evitar esto, si existiera el cultivo de cannabis legal y el Estado tuviera el control de su distribución y venta, se podría combatir la violencia que hay detrás.