Bitcoins en Salsa

Europa, aunque no lo advirtamos, nos mira a los andaluces, y Europa agacha la cabeza, piensa, se lleva una palma a la barvilla, y Europa resopla. Nuestra provincia vuelve a campeonar por los campos del desempleo Nos llevamos el título de invierno. Europa ya propuso a comienzo del milencio que las políticas de la UE se dirigieran a crear un empleo ‘del conocimiento’, que dejásemos tanta tarea agrícola, que ya nos llegaría la materia prima de otros lugares del mundo. Que lo nuestro debía ser I+D+i, nuevas industrias, tecnologías... Más libertad econonómica, que se traduce, por ejemplo, en mayor libertad para despedir, por ejemplo, pero que a cambio mejoraría la estructura de formación y prestación al desempleo. Ese despido procedente se vino a incluir en la llamada política de ‘flexiseguridad’. 

Mientras miran a Andalucía, nosotros nos empeñamos en tener a ciertas zonas pensando en arar, pescar o criar toros. ¡Qué malos somos! Hay que irse a Grazalema y cambiar payoyas por ipads, o decirle a los mayetos que doblar el lomo es de tontos, que nos encanta la miseria, hombre, y que por eso somos unos miserables. ¿Y lo bonito que sería quemar la Sierra y que fuera todo aquello un Wall Street? ¿Pinsapar Street, quizás? Nosotros nos empeñamos en tener un sector primario, ensuciarnos las manos, y con toda lógica, una serie de intelectuales del jurdel y la manteca nos insisten en que lo nuestro no es trabajar, que debemos especular con los bienes de otros para funcionar, acudir a los mercados, a los financieros pero no más a los de abastos. Y resoplan y dicen “no, no, así no”. Nos dicen cómo debemos relacionarnos con el mercado laboral, lo llaman flexiseguridad, flexible y seguro. Aunque hace ya años de aquello y sólo se pierden derechos pero no mejoran ni las prestaciones ni la formación, pero qué más da. 

Hubo un tiempo, cuando los tomates valían más que los bitcoins, en el que hasta Andalucía emigraban los europeos, y los vascos y los catalanes. Mi tierra hoy es de emigrantes, ‘Andaluces por el mundo’, pero fue la de inmigrantes de todas lenguas y colores. Las recetas actuales funcionarán quizás en países donde ya existe un modelo económico fuerte, con bajas tasas de paro, véase Dinamarca. Pero precarizar por la lógica del “si no me pagas lo que pido, me voy a otra empresa” es irreal cuando hay un 30% de paro. La lógica, oferta y demanda, es la del “si no aceptas mis condiciones, hay 500 en la puerta esperando a decir que sí”. Y será verdad. Pero empezar una reforma de ese calado por las condiciones laborales sólo nos hará más pobres. 

No hemos cambiado suficiente, y quizás debamos ponernos en marcha, pero este mundo de locos, de bitcoins como ejemplo de poner precio a lo que nada vale, donde se gana más pulsando una tecla que pariendo melones de la tierra, también está enfermo. Quiero que nuestra tierra sea próspera, industrias, ingenieros, econonomistas... Pero en el fondo no podemos olvidar que al final del día uno se come las patatas, y los tomates, y los peces, y bebemos leche. Y todo eso surge en un sector primario al que se le paga muchp menos de lo que merce por su valor. Quiero prosperidad, pero este mundo nos dice que eso de lo agrícola es de pobres. ¿De pobres?

Si por ellos fuera, haríamos el vino de Jerez sin uvas, el azúcar sin remolacha... Y resoplan, y nos dicen que esto ya no es tentable... Y por desgracia estamos a la cola del paro. Y resoplan y no encontramos soluciones. Los responsables políticos de mi tierra, de mi patria, son los mayores responsables de este descalabro en este mundo de locos y lobos que acabarán llenándose las barrigas con bitcoins. Los tomates, los melones... Eso es de catetos. “¡Flexiseguridad!”. “¡Trabaja desde casa! ¡Págate tus vacaciones!”. “¡Por encima de vuestras posibilidades!”. “Emprende y llama vago al que gane más que tú”. “¡Estudia hasta los 50, la culpa es tuya, recíclate cada 15 años... ¡Son los tiempos modernos! ¡Esto era el progreso!”. ¿Esto era el progreso? “Chaval, bienvenido al mundo digital / menos melones / más virtualidad”. Hazte rico, ¡rico! Si no te haces rico, haber estudiado economía. A uno que conozco una vez le dieron una beca y ahora trabaja en la City de Londres... ¿por qué vosotros no? “¡Págate tu desempleo, vago!”. Y seguiréis diciendo que tenéis un campito... Menú ahorro, bitcoins en salsa, mañana me llegan por Aliexpress... “Es el mercado, amigo”, dijo Rodrigo Rato en la comisión parlamentaria para justificar lo de Bankia. “Es el mercado, amigo”, dice Europa, y resopla, que la culpa es tuya, andaluz. “¿A quién se le ocurre ir de flamenquito? Si quieres destacar, flamenquito, haz una ‘colabo’ con Maluma. La culpa no es de la música, ¡no es de la música!, es tuya por ser tan así de San Miguel...”. “Suelta esa zoleta, que no pareces liberal con esa boina. Toma estas gafas de pasta”.

“Ufffff”, dice Europa. 

Y resopla.

Coda: ¿Dónde está tu huerto? Alberti lo pregunta, Carlos Cano lo llora.