CEIP Luis Vives: la importancia de la tribu en la educación

Tras el sonido de la campana, no sólo los niños atraviesan las puertas del colegio Luis Vives. Sus padres también se dirigen a una clase donde esperan dos maestros. Van a bailar y a pintar en el patio, les explican los docentes. Dicho de otra forma: van a participar en la educación y la formación que sus hijos reciben en el colegio pasando parte de la mañana con ellos

“El objetivo es que estéis con vuestros hijos. Somos una comunidad de aprendizaje abierta a las familias y queremos que esto se dé cada vez más”, explica Irene Peña, jefa de estudios del centro.

A pesar de que pudiera parecer algo especial, es un día cualquiera dentro del Luis Vives. El colegio de educación infantil y primaria se basa en una comunidad de aprendizaje. “Fomentamos que la comunidad entera participe en la educación de los alumnos”, afirma Eloy Andújar, director del centro, antes de explicar lo expuesto: “Es un colegio que tiene las puertas abiertas, en el que cualquiera puede venir a participar, ya sean familias, vecinos, gente de las asociaciones de vecinos cercanas, gente que no tiene nada que ver con el colegio, alumnos universitarios, gente del instituto…”.

El aprendizaje mejora cuando se interacciona. “Cuando nos relacionamos con otras personas es cuando más aprendemos”, recoge el director, que abre las puertas de su centro a todo el que quiera aportar su granito de arena: “Cualquier persona es bien recibida. Cuántos más seamos luchando por lo mismo, más cosas conseguiremos juntos”.

Con otras palabras se lo explica la jefa de estudios a los padres: “La tribu tiene que ir en una misma dirección”. La tribu la componen los niños, los docentes, las familias y las personas que participan en esta comunidad de aprendizaje; todos deben promover una educación basada en unos valores similares.

El proyecto lleva relativamente poco tiempo en marcha. Sin embargo, los frutos se están recogiendo desde temprano. “Hay una parte de subjetividad que es como vivimos las cosas. Ahí te puedo decir que el proyecto está siendo maravilloso y que se percibe un ambiente distinto. También tiene la parte objetiva. Por ejemplo, tú miras los resultados de la convivencia objetivamente hablando y han mejorado muchísimo. Pero no sólo de convivencia, también hablamos de resultados académicos. Ha subido mucho el nivel académico de los niños, nuestros alumnos en el instituto han mejorado en todos los niveles: el número de asignaturas, los resultados generales, el número de alumnos en bilingüe… Hemos mejorado muchísimo, pero esto no ha hecho más que empezar. Seguimos y seguimos”, recoge Eloy Andújar.

El director también señala a lo que está ocurriendo en el patio, donde padres y niños disfrutan al unísono pintando: “Habéis visto un pequeño fragmento. Hay 200 personas trabajando juntas en el patio. Eso hace relativamente poco era impensable dentro de este centro. Se están consiguiendo cosas y a las pruebas me remito”.

Cada uno de los proyectos que se llevan a cabo en el centro se denominan actuaciones de éxito. Son distintos, pero uno de estos planes que mejoran la convivencia es el Club de los Valientes. Se trata de una iniciativa que pretende premiar a los alumnos que mejoran su comportamiento con los demás a través de una reflexión: ¿Qué es ser valiente?

El Club de los Valientes

Cinco alumnas del Grado de Educación Infantil de la UCA apostaron por colaborar con el Club de los Valientes. Una de sus funciones era hacer de engranaje entre el centro y las familias para que la tribu caminara en un único sentido: “Todos estamos acostumbrados a escuchar en casa eso de “si te pegan le pegas”. La reunión que nosotros tuvimos con los padres de los alumnos fue para que tomaran las mismas medidas que en el centro. Si estamos diciendo aquí en el colegio que cuando tengan un problema que hablen, que dialoguen, que se pongan en el lugar del otro y cuando llegan a casa decimos eso, pues el niño no sabe a qué atenerse”.

Además, este grupo de universitarias compuesto por Marina, Ana, Sandra, Ángela, Alejandra y Laura han entrevistado a todos los niños para cambiar su concepto de persona valiente. "Valiente es el que defiende al débil; el que habla bien a sus compañeros y les ayuda; valiente es quien habla con respeto al profesor y a su familia…"

“Los niños han mejorado muchísimo su comportamiento. Antes por cualquier pequeño motivo había una riña entre ellos y la convivencia era desastrosa, les hablaban muy mal a los profesores. Con este proyecto se ha mejorado mucho, se están viendo muchos resultados positivos. Antes, en un colegio de primaria, se ponían partes de disciplina a diario, ahora eso ya no ocurre”, exponen las futuras profesoras, que han visto cómo los alumnos quieren ser valientes: “Se lo están tomando muy en serio, ellos quieren ser valientes”.

A los valientes de este centro se les premia través de un diploma. A final de cada mes, la clase vota al compañero más valiente y se establece una clasificación. Si se hace una acción mala, se van de la lista hasta que no vuelvan a tener una actitud valiente.

La generación presente en el Luis Vives se nutre de los conceptos que le aportan todas las personas que los rodean. Familia, docentes y sociedad deben apostar por un mismo camino en el ámbito educativo y este centro ya parece haber comenzado a andar. Las futuras profesoras zanjan: “Es lo que ha dicho Irene, son una tribu y no pueden ir cada uno por su lado”.