Siempre he sentido una indescriptible atracción por libros como
En un bosque muy oscuro (
RBA). No puedo decir que se trate de un thriller excelente, ni siquiera su historia es notable, pero es de esos libros que comienzas a leer y consumes rápidamente. ¿Lo recomendaría? Sí, pero también no. Hay elementos que me gustan, ese pasar páginas sin freno para conocer el desenlace de los acontecimientos, pero por el otro lado se encuentra esa otra sensación que no me termina de convencer. Tal vez le haya faltado a la autora introducir elementos más novedosos y darle algún giro de tuerca más a lo que cuenta.
El inicio es potente, tiene un ritmo alto, aunque poco a poco empieza a tambalearse y no logra mantener una continuidad dinámica hasta el final. El reencuentro de dos amigas, que no se ven desde diez años, es el punto de partida de un relato que ofrece ciertas dosis de misterio, pero que tal vez falle un poco en el desarrollo del desenlace.
Le falta un poco de chispa y una mejor definición de la historia. A pesar de esto, se lee fácil y querrás saber qué es lo que pasa al final.
Ruth Ware, autora también de
La mujer de la cabina, firma una novela que va de más a menos. No es de tanto terror psicológico como esperaba y sí más de cierta intriga ante el devenir de los acontecimientos.
"Me quedo allí echada mirando la parte lateral de la taquilla, y pienso en James, y en lo que significábamos el uno para el otro, y en todo lo que he hecho y lo que he perdido. Porque, al sujetar su mano mientras él se desangraba en el suelo, me di cuenta de que mi ira, que yo pensaba que era negra e invencible y que nunca se disiparía, ya se estaba disipando, desangrada, derramada en el suelo junto con la vida de James".