...Y este cuento de bravura se a acabado. Se cerró el ciclo de verano portuense y con él la temporada mas corta que se recuerda en mucho tiempo. Temporada que podría haberse gestionado de diferentes maneras, al menos en cuanto a promover asistencia de público se refiere. Los tendidos de la Plaza Real han lucido, en gran área, el grisáceo granítico de sus tendidos tarde tras tarde. ¿Se podría ampliar el capítulo de tipos de entradas y precios? Por ejemplo a; menores, juveniles, jubilados, parados, señoras, descuentos para acompañantes, para escuelas taurinas, para asociaciones taurinas (entre ellas las nuevas asociaciones juveniles que tanto apoyo necesitan y que son la cantera de aficionados que necesita la fiesta), etc... Estoy convencido que si, dada la cantidad de opciones posibles y aforo disponible, cuestión de imaginación empresarial.
Pero llegamos a otro capítulo, el de los toros. Se han lidiado en el coso del Puerto 36 toros y 6 novillos picados, si exceptuamos la novillada de Martelilla que resulto muy buena, todo hay que decirlo, ¿cuantos toros podríamos salvar de la mansedumbre, sosería e inmovilidad que hemos visto?, quizás dos, quizás tres, pobre bagaje para el precio que tienen las entradas. Ni la variedad de encastres que hemos visto, Núñez, Domecq y Murube, han aportado diferentes capacidades para el buen desempeño del arte del toreo. ¿Quizás a toro por encaste? Para quitar las ganas a cualquiera. De Manolo González, el toro del Cid; de Domecq (por diferentes lineas), uno de potable de Marques de Domecq, uno de Jandilla y poco mas; y de Murube, uno de cada, de D. José y D. Fermín (siendo muy generoso).
Los toreros, en lineas generales, por encima de los toros aunque con muchos matices. El ciclón Padilla pura fuerza y pundonor. El Cid dominando a un enemigo con una faena que tuvo que construir con valor y profesionalidad. Morante de pincelada en pincelada y tiro porque me toca. Perera vistoso y superficial. Pérez Mota, para muchos el triunfador del ciclo, serio y profesional. De los caballeros rejoneadores lo de siempre; Hermoso elegante. Ventura espectacular. Bohorquez, clásico y certero en banderillas pero sin aceros. Moura entregado y con futuro.
Mención aparte merece la asistencia de su Majestad D. Juan Carlos a la corrida del bicentenario de la "Pepa". D. Juan Carlos fue recibido con una atronadora ovación y numerosas muestras de respeto y afecto por una triste media entrada para tal ocasión. Una demostración mas por parte de D. Juan Carlos de apoyo a la fiesta nacional. El caballero Hermoso de Mendoza le brindo un toro al grito de viva el rey y viva la Pepa.
Quizás halla habido mas toros aceptables para la lidia de los que de forma rápida he enumerado pero como he comentado en otras ocasiones, los aficionados no debemos conformados con toros que se mantengan en pie con un mínimo de movilidad sino buscar la emoción que tiene la acometividad y la bravura, sin relegar la presentación, y de toreros que busquen la profundidad del toreo de verdad sin olvidar que los adornos muleteros son solo eso, adornos, necesarios, pero insuficiente para el desarrollo del toreo serio, hondo y puro.