Daniel Crespo, apuesta de futuro de un buen torero de El Puerto

Plaza de toros de El Puerto de Santa María. Viernes 23 de agosto de 2019 Tercera y última del limitado abono. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada. 

Toros de Garcigrande y Domingo Hernández. Muy justos de presencia y de trapío tapado por el volumen y el peso del encierro. El segundo de la tarde no debió de saltar al ruedo. En la lidia, nobles y manejables. La presidencia antes que en la concesión de trofeos ha de exigir mas en la integridad de los toros en los reconocimientos. El Puerto, administrativamente, es plaza de segunda categoría pero su historia la refleja con honores de primera a lo que hay que añadir el elevado nivel del precio de las entradas.

El Juli, ovación y algunas  palmas. 

José María Manzanares, ovación y ovación tras aviso. 

Daniel Crespo –en sustitución de Pablo Aguado–, oreja y oreja.

La imagen que acompaña este texto es de Juan Romero.

 

La grata sorpresa de verse incluido en el cartel por la vía de la sustitución en la corrida que terminaba el limitado abono en  el Puerto ha dado opción al joven torero local, Daniel Crespo, para ofrecer su mejor versión artística. Una circunstancia que ya dejó apuntada un año antes, cuando tomó la alternativa en el mismo escenario del centenario y real coso portuense.  Daniel Crespo es una clara apuesta de futuro de un buen torero de El Puerto. Es necesario que le lleguen las oportunidades

Crespo hace el toreo con naturalidad y sentimiento con capa y muleta. Suave, gustándose y muy despacio. Manejó bien la espada en sus dos toros lo que le valió por aclamación que se le concediera una oreja de cada uno de sus oponentes. Al final salió a hombros entre la multitud.

El  Juli quedó algo inédito en su actuación, mientras que Manzanares hizo una buena faena de muleta al quinto, malogrando el éxito con la espada.