Daniel Crespo sale a hombros en su alternativa en El Puerto

Ficha técnica 

Plaza de toros de El Puerto de Santa María Primera de abono. Sábado 4 de Agosto de 2018 Corrida de toros. Algo más de media entrada.  

Cinco toros de Núñez del Cuvillo y uno de Fernando Sampedro lidiado en cuarto lugar como sobrero. Desiguales de presentación, bajos de raza y casta. El primero, el de la alternativa, apuntó clase y nobleza hasta que se vino abajo. 

Morante de la Puebla: palmas y gran bronca. 

José María Manzanares: ovación tras petición y ovación. 

Daniel Crespo, que tomó la alternativa: oreja y oreja. 

Saludó Rafael Rosa tras banderillear al tercero. Acertado quite de  Luis Blázquez  a su compañero ‘Lili’ en apurado trance. 

Se guardó un minuto de silencio antes de hacer el paseíllo en recuerdo del cirujano taurino Dr. D. Julio Mendoza. fallecido el pasado 3 de julio en Jerez de la Frontera. 

Daniel Crespo recibió al toro de la alternativa con lucidas verónicas, rematadas con una media con buen corte clasico. El toro tuvo nobleza y clase que Crespo ligó con buenos muletazos. Por el izquierdo, el toro fue a  menos. Estocada baja que hizo rodar al animal. Oreja con fuerte petición de la segunda. Otra más obtuvo del sexto, un toro con escasa presencia. Crespo, todo ganas y voluntad, consiguió  la oreja que le supuso la Puerta Grande a pesar de la deslucida condición de su oponente. 

Morante de la Puebla recibió a su primero a la verónica con sabor y mucho gusto. La media marca de la casa crujió la plaza, que también deliró con tres preciosas chicuelinas que improvisó el sevillano y una media de sabor añejo. Tras la devolución de trastos, Morante se fue al tercio a iniciar faena, aunque pronto vio que el Núñez del Cuvillo estaba prácticamente en las últimas antes, siquiera, de darle el primer muletazo. Pesado con la espada. Ovación. El sobrero de Hermanos Sampedro que hizo cuarto tenia bonita lámina. Se frenó en el capote y Morante ordenó que lo sangraran a modo en el caballo. Después se limitó a machetearlo antes de dar un mitin con la espada. La bronca fue grande. 

Manzanares, inédito con el capote, encontró un primer toro de mansa y distraída condición. Sometiéndole al toro con la derecha. Con la zurda no hubo conexión, pero ofreció un pase de pecho de bella armonía. El toro quería las tablas, donde, al final, tuvo que terminar su labor, a la que le faltó mayor contundencia con la espada. Ovación tras fuerte petición. El quinto tuvo los mismos defectos y a Manzanares no le quedó otra que aplicarle la misma filosofía: mando y mano baja. Faena que el diestro alicantino se limitó a que el animal no se fuera a las tablas. Ovación. 

El Fandi y Perera, a hombros en la tarde del domingo

Ficha técnica

Plaza de toros de El Puerto de Santa María. Domingo 5 de agosto de 2018. Segunda de abono. Corrida de toros. Un tercio de  plaza.   

Excelente presentación de peso y trapío del encierro de Toros de La Palmosilla. Destacaron en la lidia primero, tercero -muy bravo- y cuarto. Los otros tres, bajos de raza. Nota positiva para mantener como norma la corrida ideal de presentación en El Puerto, como la que se ha lidiado este domingo. Se evitarán problemas en los reconocimientos. Una forma para acabar con el tópico del toro de El Puerto. 

El Fandi: oreja tras aviso y oreja tras aviso. 

Sebastián Castella: ovación y ovación.  

Miguel Ángel Perera; dos orejas y silencio.  

Javier Ambel saludó tras banderillear en el tercero. El picador José Doblado, de la cuadrilla de Castella que intervino en el quinto toro, cayó dos veces del caballo y en la segunda ocasión se libró de un trance muy apurado. 


El Fandi recibió a su primero con una larga cambiada de rodillas. Un quite por chicuelinas descubrió ya la falta de fuerzas del animal. En banderillas, el granadino volvió a hacer gala de facultades clavando de poder a poder, al violín y haciendo también la moviola. En el último tercio, alternó las dos manos. La estocada tendida pero efectiva fue premiada con una oreja. En el cuarto, volvió a mostrarse explosivo con las banderillas. Inició de rodillas, al hilo de las tablas, una labor que discurría por los mismos derroteros que la anterior. Los desplantes finales prendieron los tendidos. Un espadazo certero le puso la oreja en la mano. La que abría la puerta grande. 

Miguel Ángel Perera volvió a dar muestra de su gran momento ante el tercero; el mejor toro de La Palmosilla. Muy lucido en unas chicuelinas. Inició labor con la muleta, con un cambiado por la espada para, acto seguido, hacer un desglose de temple y buen hacer en cuanto a un toreo profundo. Perera entendió al bravo animal con una faena llena clase y plasticidad. Estocada. Dos orejas bien merecidas. Con el imposible sexto, quedó inédito. Silencio. 

Sebastián Castella inició por bajo la faena a su primero, un toro con muchos pies en los primeros tercios al que el francés toreó con ligazón por el derecho. Estuvo acertado con la espada y salió a saludar una ovación. El quinto derribó dos veces al caballo de José Doblado al que puso en aprietos. Pero fue manso y deslucido en el último tercio. Castella intentó buscarle las vueltas a la embestida descompuesta. Su esfuerzo fue premiado con una ovación.