Como se indica en la introducción, todo en la vida está basado en hechos casi ficticios o en ficciones casi reales y en
Viajar más allá (
Chiado Editorial),
Olga Bláquez camina por el tiempo entre el sielencio y el frío, entre el banco y esos lugares que no se habitan pero que conducen a la apocalipsis de la memoria y de la muerte.
"¿Su meta? Conquistar con palabras lo que no está escrito". Y en esa búsqueda se encuentra con los mitos y la apocalipsis de los dioses. Recuerdos, nostalgia y monstruos creados por la humanidad para formar parte del archivo historico.
Microhistorias de la vida, del ayer y del hoy, con un sentido que también puede ir más allá del romanticismo. Es lo que tienen los viajes de amor: dulce aburrimiento o besos salvajes que vuelven a empezar de nuevo cuando llega la hora de dormir. O de despertar: "Nunca me recuerdes con una lágrima, sino con una erección".
Y entre viajes y recuerdos, marcas que va dejando la vida, cicatrices con trajes de humo que tratan de escapar de la violencia y la inercia. La razón es una lucha permanente por la ocrrecto: "¡Pues nada, nada, señores discretos, allá vosotros con vuestro silencio!".
Pero las letras no enmudecen. Y sienten. Y padecen. Muestran su lado más humano para acompañar a Maga y su hermana, animal y amigo. Y tras este viaje al más allá solo podemos darle a
Me gusta. "Esto es el mundo. Aquí es donde vives, ¿recuerdas?".