Jerez es una mina. Ante tal afirmación, es habitual oír como respuesta un contundente "de parados" complementando la frase. Pero no, Jerez no es sólo una de las principales minas del desempleo, también lo es de la basura desde hace algún tiempo. Una mina de suciedad que crece ante los ojos de los ciudadanos, quienes reclaman mayor y mejor limpieza, muchas veces sin tener claro quiénes son los verdaderos responsables de la mugre.
“A ver si la Mamen Sánchez limpia ya las calles, chiquillo”. No, la Excma. Sra. Alcaldesa no va a presentarse en ningún barrio escoba en mano, de eso podemos estar seguros. Ni siquiera el delegado José Antonio Díaz agarrará un cepillo y se enfrentará a envases, hojas secas y cadáveres de ratas que pululan en el suelo. No les corresponde esa tarea. Sin embargo, sí que les toca, como representantes públicos, cumplir con la correcta gestión del Ayuntamiento de Jerez. Un trabajo que, básicamente, consiste en destinar recursos; escoger qué medios y dinero se reparten y hacia dónde van, ordenando prioritariamente las necesidades de los vecinos.
Actualmente, Urbaser es la empresa encargada de la limpieza –por decir algo– de Jerez y lo será como mínimo durante algunos meses más. En el horizonte está el cambio de concesionaria a una Unión Temporal de Empresas comandada por FCC, aunque una
disputa contractual está eternizando el proceso de adjudicación. Mientras tanto, es evidente que la pulcritud brilla... por su ausencia. Entonces, ¿la culpa es de Urbaser?
Veamos. Si, por ejemplo, un albañil cobra mal y tarde, parece medianamente comprensible que no se implique plenamente con quien le tiene contratado. El pirata que tiene por jefe quizás debería ponerse las pilas. Esto, probablemente, se podría trasladar a nivel de empresas. El Ayuntamiento de Jerez ha acumulado años de impagos a Urbaser; en 2010, por ejemplo, no le pagó un sólo euro y hace cosa de un año adeudaba hasta 20 millones de euros sólo del servicio de 2017. Por el momento, vista la situación económica del Consistorio, no habría que descartar que Urbaser no esté cobrando al día y, por tanto, reclame lo que le corresponde por vía judicial. Por contra, el delegado de Sostenibilidad y Medio Ambiente, José Antonio Díaz, afirmaba recientemente que se está planteando castigar a la multinacional por dejación de funciones; “están de brazos cruzados y alargan los recursos porque, cuanto más tiempo estén en Jerez, más cobran. Estamos estudiando una posible sanción ejemplar”.
En política y en economía hay que tener mucho cuidado con las excusas de mal pagador. También con quienes habitualmente pasan la pelota a otros tejados, pues miran por encima al resto de humanos y están convencidos de que sólo los demás se equivocan. Por el momento, una misma mentira comprobada doblemente; ni el 1 de abril, ni el 1 de junio pudimos estrenar servicio de recogida de residuos. A lo mejor, lo verdaderamente sucio es utilizar el mayor lastre de la gestión municipal para lograr votos. En cualquier caso, habrá que hacer una limpieza en profundidad.