Editorial: ‘Nada que celebrar’

Viernes, 3 de mayo. Día Mundial de la Libertad de Prensa. Podría ser una jornada genial para tomarse una cerveza y brindar por la buena salud de la que goza esta necesaria profesión que es el periodismo. Sin embargo, hoy no hay nada que celebrar.

La libertad de prensa no existe. Bueno, sí que existe, algunos tratamos de practicarla a diario y podemos presumir de no estar supeditados a las decisiones del Poder. Pero, por lo general, diremos que no existe. Y no existe, entre otras cosas, porque demasiados medios, en los que ciertamente trabajan profesionales del más alto nivel, están comprados. Hay un grifo llamado “publicidad institucional” que se abre desde las administraciones públicas para regar con dinero a los medios de comunicación, ¿a cambio de qué? De bombo y platillo para lo bueno que hace el político, y de profundo silencio si mete la pata. Son los llamados “medios de comunicación afines”, aunque nunca sabremos si son afines porque reciben dinero, o reciben dinero porque son afines.

Pero hay algo peor. Porque, al fin y al cabo, el periodismo es un trabajo y como tal implica supervivencia y sustento. A la mayoría de periodistas les gustaría escribir un libro de cualquier cosa y tumbarse en una hamaca viendo cómo crecen los ceros en la cuenta corriente. O hacer un programa de radio sin un solo anuncio, llamando a políticos para concertar entrevistas y recibiendo un sí de todos ellos. Pero el complejo entramado empresarial mediático implica tener que pasar por el aro en muchos asuntos, por desgracia. Decíamos que hay algo peor y es que, si te sales del rebaño, llega el Poder y pone en marcha toda la maquinaria legal a su alcance para tratar de hundirte. Lo hemos visto en Jerez, con el Ayuntamiento socialista de una Mamen Sánchez que se ha gastado lo que no tiene en denunciar a esta casa que es Xerezmanía Producciones SL, y todo por no bailarles el agua.

Como periodistas, pero sobre todo como ciudadanos, es tiempo para reclamar transparencia, justicia e independencia. Hoy no es un día de celebraciones, pero sí de reivindicaciones y de lucha, porque queremos sentir que la democracia está viva más allá de pisar un colegio para meter un papel en una caja. Precisamos de políticos que respondan a preguntas y no se limiten a soltar un discurso escrito por otro tras un atril. Mamen Sánchez, la que manda en este bendito municipio, ha negado a masjerez dos entrevistas desde diciembre. Mamen, si está usted leyendo esto (o si se lo está leyendo alguien), queremos que sepa que nuestra única intención es que venga al plató y explique ante las cámaras a sus jefes, los ciudadanos, el trabajo que lleva cuatro años realizando y con qué criterio se gasta el dinero que ellos le pagan. Parecería de sentido común rendir cuentas ante los votantes, es lo más básico en una democracia, ¿no? Pero a ver si va a resultar que esta democracia es un espejismo y que no tenemos nada que celebrar.