El mercado de los vehículos de segunda mano en España sigue teniendo mucho peso

Entre los meses de enero y septiembre de 2019 se han vendido en España casi tantos vehículos de segunda mano con más de 10 años como ejemplares nuevos. El parque automovilístico español es uno de los más envejecidos de Europa, pues tiene una media que supera los 12 años.

Esta situación es habitual en España desde hace años y parece a que a medio plazo no va a revertir. La patronal de concesionarios Faconauto ha publicando el dato sobre la venta de coches de segunda mano con más de una década de antigüedad, un total de 892.279 unidades.

Estos vehículos representan el 60% del mercado de vehículos de ocasión. En cifras totales, esos más de 892.000 vehículos quedan a apenas 73.000 unidades que corresponde a la venta de nuevos vehículos, 965.342 unidades.

Los datos muestran, por tanto, que en las carreteras españoles siguen circulando demasiados coches “viejos”, que son más contaminantes y menos seguros que los ejemplares de reciente fabricación. Sin embargo, la noticia no debe analizarse tampoco como una catástrofe, pues los coches de ocasión, especialmente los más jóvenes, ya incorporan tecnologías muy punteras en aspectos relacionados con la seguridad y el consumo sostenible.

Muchos de ellos incluso incorporan asistentes de dirección y conducción para una circulación más racional. En cualquier caso, es indudable que adquirir un modelo de turismo del año 2013 es menos “ecológico” que optar por ese mismo modelo en versión 2018 o 2019. La razón que lleva a muchos usuarios a optar por la primera opción son los coches de segunda mano baratos.

La seguridad de los nuevos vehículos frente a los vehículos de ocasión

Los sistemas de asistencia a la conducción que equipan buena parte de los coches nuevos contribuyen a que sean mucho más seguros que los antiguos. En este grupo de coches “nuevos” se deben incluir también los coches de ocasión con menos de cinco años de antigüedad.

Según datos de la Dirección General de Tráfico, en 2017 la antigüedad media de los turismos implicados en accidentes mortales se situó en 12 años, un porcentaje que se eleva hasta los 13,8 años en el caso de los vehículos en los que viajaban los fallecidos.

Esto implica varias lecturas, la primera es que la industria automovilística trabaja de manera incansable para poner en el mercado vehículos cada vez más seguros y autónomos. Una segunda es que, alguien puede pensar que, pasados de 10 a 15 años tras la adquisición del vehículo, va siendo el momento de adquirir uno nuevo. Una tercera entre ambas es que es posible adquirir vehículos de segunda mano en buen estado y con sistemas de seguridad y ahorro de combustible y que el mejor modo de sacar partido de ellos es conducir con responsabilidad y de manera eficiente.

¿Cómo es la disposición de los vehículos más “viejos” por comunidades?

Los datos de Faconauto muestran un comportamiento dispar del mercado según las comunidades autónomas. Existen territorios en España en las que la proporción de ventas de coches con más de 10 años es muy superior a la de ejemplares nuevos.

Esto ocurre en Ceuta, Melilla, Andalucía, Navarra o Galicia. Únicamente en Madrid la balanza se decanta muy favorablemente en pro de los nuevos vehículos, una proporción de tres vehículos nuevos por uno de ocasión con más de 10 años. En la Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias, esta relación también es positiva para los coches nuevos, pero con una diferencia mucho menor.

En muchas ciudades de España, el futuro se presenta incierto para estos vehículos de más edad. En Barcelona, desde el próximo 1 de enero de 2020, los turismos de motor de gasolina matriculados antes de enero del 2000 o los diésel anteriores a enero de 2006 no podrán circular los días laborales entre las 7 y las 20 horas.

Estas medidas pueden llegar a limitar la adquisición de vehículos antiguos en determinados lugares. Desde el sector del automovilismo piden al Gobierno de España medidas para favorecer la compra de automóviles nuevos y aplauden las iniciativas puestas en marcha por algunas administraciones, como las del País Vasco y el Ayuntamiento de Madrid, que están rejuveneciendo su parque automovilístico con flotas de vehículos modernos poco o nada contaminantes.