El tiro por la culata

El culebrón de Mamen Sánchez este pasado fin de semana ha sido digno de telenovela venezolana, pues luego de la denuncia de Antonio Saldaña con respecto a la construcción sin licencia en la zona de El Portal de una vivienda de un familiar directo del delegado de la zona Rural del PSOE, se hacen comunicados en redes sociales y una publicación en un medio de comunicación local (que por cierto fue retirada poco después de publicarla) señalando a una simpatizante del PP de poseer en su vivienda unos 2.000 adoquines, entre otras acusaciones sin sentido, y por supuesto culpando al Partido Popular, pues es quien siempre tiene la culpa del todo...

Lo malo de todo esto es que esa simpatizante del PP fue elegida en las elecciones del 2011 como representante de alcaldía por el PSOE con 186 votos. Y eso no es lo peor del culebrón; lo peor es que justo en la tarde del domingo y después de las publicaciones, sin cotejar información con los compañeros de partido y del Gobierno local, sale a la luz que realmente los adoquines fueron entregados a esta señora por otro miembro del Gobierno del PSOE en el Ayuntamiento de Jerez, quien es hoy por hoy delegado de Urbanismo, el señor José Antonio Díaz. Así pues, después de las publicaciones creo que hay mucho que explicar. 

Ni por error entro en el debate de la legalidad o no de los regalos o donaciones que pudo haber realizado el delegado de Urbanismo a la que fue delegada de alcaldía por el PSOE. Tampoco voy a entrar en la legalidad o no de la construcción del familiar del delegado actual de la Zona Rural, eso es cosa de los técnicos. Yo lo que he sentido este fin de semana, es que se ataca sin investigar, sin pensar que a quien lo haces fue tu compañera de partido y que quizás te salpique.

La política en Jerez se ha convertido en una situación de sálvese quien pueda, sin pensar lo que se dice o a quien se ataca, con  la asidua estrategia del partido socialista de victimizarse para crear empatía en el pueblo vulnerable y disfrazar sus errores para evitar ser señalados, como ha sido el otro culebrón de la pista de baile de la Alameda del Banco, con el show de acusación a los ediles populares de saltar la valla para filmarse visitando las obras, cuando las mismas estabas abierta. Mientras tanto, la ciudad alberga más de 30.000 mil parados, aceras destrozadas, roedores en las barriadas y calles con boquetes, pero en fin, tendremos que bailar y cantar para olvidar.

Este fin de semana, estimados compañeros, la estrategia fue tan poco estudiada por el PSOE que salió el tiro por la culata.