El fin de los ERTE y las obras de Esteve llevarán al cierre a uno de cada tres bares antes de enero, según Horeca

El presidente de la patronal Horeca, Antonio de María, indica que uno de cada tres bares de Jerez se verá obligado a cerrar antes de enero de 2021. Así lo ha transmitido en unas declaraciones a Diario de Jerez, en las que ha manifestado que el verano en los bares de la ciudad, especialmente en los del centro, "no ha sido bueno, sobre todo por la pandemia y por unas obras en la calle Corredera que simplemente han supuesto una puntilla para el sector".

De hecho, en Horeca ya preparan fórmulas para el asesoramiento a empresas de cara a establecer suspensiones de pagos y concursos de acreedores: "Jamás lo había hecho un establecimiento de hostelería pequeño en la historia pero no va a haber más remedio".

"En la actualidad en el sector hostelero no es que haya preocupación, es peor todavía, lo que hay es pánico", manifiesta De María. Incluso anuncia que habrá clausuras de negocios hosteleros que serán inminentes y ni siquiera culminarán este mes: "Tradicionalmente muchísimos hoteles cerraban en noviembre por la llegada de la temporada de invierno y este año esperamos una avalancha de cierres a finales de este mismo mes de septiembre".

El Gobierno de España, presidido por el socialista Pedro Sánchez, ya ha avanzado que no va a prorrogar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de la hostelería, de modo que estos acabarán a final de septiembre. Esto quiere decir que los establecimientos tienen que hacerse cargo de sus plantillas, algo que "nadie puede soportar en la actualidad". Y es que en caso de plantearse un cierre temporal, igualmente deben pagar luz, gas, impuestos, tasas de basuras, alquileres... "Eso no lo aguanta nadie, no hay músculo económico en el sector en estos momentos", explica el presidente de Horeca.

Ya el pasado mes de agosto, la Asociación Vecinal del Centro Histórico de Jerez sentenciaba que "la tozudez de nuestro Gobierno municipal está provocando, por una parte, una pérdida patrimonial importantísima del pavimento característico de nuestra ciudad, y por otra y no menos importante, una debacle económica para los comercios de la zona afectados, a pesar de que antes de que empezara esta intervención varios colectivos ya advirtiéramos de los efectos perniciosos que iban a producirse en este ámbito", señalando así la responsabilidad del Ejecutivo local del PSOE de Mamen Sánchez en este asunto.

Ante este panorama, a la hostelería no le queda otro remedio que reinventarse ante la llegada del frío, ya que se prevé un otoño y un invierno complicados para este sector. Por eso, ya se trabaja desde hace semanas para mantener las terrazas de manera que se pueda hacer frente a las reducciones de aforo en interior.

Así, al estilo de ciudades europeas, los hosteleros estudian cómo pueden adaptar sus actuales terrazas al aire libre al frío, con cerramientos parciales y colocación de estufas de gas. Se calcula que un 80 por ciento de las mismas podría adecuarse a esos cerramientos que, aseguran, no deberían ser totales si no parciales, buscando que el desembolso económico no fuese muy grande.

Precisamente ese desembolso es uno de los puntos complicados de los dueños de los establecimientos hosteleros, ya que algunos ya han calculado lo que supondría cerrar su terraza, elevándose a cantidades desorbitadas y sin asegurarse su retorno por la incertidumbre de la pandemia.

Tras un verano irregular en cuanto a temperaturas y precipitaciones se refiere, con un mes de junio lluvioso y un mes de julio seco y caluroso, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pronostica un otoño más frío de lo normal en gran parte del país, por lo que la necesidad de realizar todas las adaptaciones es de carácter urgente.