La Diputación de Cádiz regala 50.000 euros a 'Voluntarios por otro mundo' para mantener a jóvenes inmigrantes irregulares en Jerez

La Diputación de Cádiz aportará 50.000 euros a 'Voluntarios por otro mundo' al objeto de "fortalecer la labor social" de este colectivo que preside el sacerdote y exdefensor del Pueblo, José Chamizo. El último Pleno ordinario de la Corporación provincial ha aprobado, por unanimidad, una modificación presupuestaria que garantiza cobertura económica a diferentes iniciativas de instituciones públicas y entidades sociales; en ese contexto se sitúa el proyecto planteado por 'Voluntarios por otro mundo'.

Con anterioridad a esta sesión plenaria el presidente de Diputación, el socialista Juan Carlos Ruiz Boix, mantuvo un encuentro con Chamizo para conocer el alcance de su propuesta. 'Voluntarios por otro mundo' mantiene cinco pisos en Jerez en los que atiende a diario a personas extuteladas procedentes de centros de protección de menores, esencialmente jóvenes inmigrantes irregulares. En concreto "se refuerzan sus necesidades educativas, además de resolver su regularización en España y procurar la inserción en el mercado de trabajo".

La citada entidad, constituida hace 10 años y con sede también en Sevilla, ha logrado que parte de las personas atendidas sean contratadas en diferentes campañas del sector agroalimentario –como la vendimia en Jerez, de la fresa en Huelva o la de la naranja en Sevilla-, así como en diferentes establecimientos comerciales y hosteleros. Hasta ahora la organización ha contado con el respaldo del voluntariado y de sus socios, además de aportaciones del Ayuntamiento de Jerez y La Caixa, si bien se espera un crecimiento de la demanda que ocasionará más gastos.

La aportación de Diputación contribuirá a "mejorar la respuesta ante estas previsiones y a dedicar una atención individualizada a través de la incorporación de educadores". El campo de actuación de 'Voluntarios por otro mundo', además de atender a jóvenes inmigrantes, también se diversifica hacia personas en tercer grado penitenciario, ancianos que han sufrido maltrato en el ámbito familiar, además de promover proyectos de salud en zonas empobrecidas de Marruecos.