En los especiales de
MASLEER siempre intentamos ofrecer libros que se caractericen por aportar algo especial, diferente o único a la temática en cuestión. Nos gusta ofrecer alternativas a nuestros lectores. Y en
nuestro especial de viajes no queremos limitarnos a destacar libros que se centren en lo mismo de siempre. El objetivo es realizar una selección variada y que contenga mucha esencia.
Nuestro próximo título es un libro que viaja por una ruta donde predomina el silencio, la soledad, la ausencia. Es un recorrido que se caracteriza por el abandono, por la despoblación. Es una ruta al olvido, a los pueblos que sólo son nombres sin gentes.
Los últimos (pepitas de calabaza) es el libro que le pone rostro a la España deshabitada. Una obra de Paco Cerdà que se adentra en la llamada Laponia española, un territorio que abarca diez provincias españolas (La Rioja, Teruel, Burgos, Zaragoza, Soria, Segovia, Guadalajara, Castellón, Cuenca y Valencia). Una zona, como bien apunta el autor al inicio del libro, que está considerado “el mayor desierto demográfico de Europa tras la zona ártica de Escandinavia. Una zona biológica muerta y condenada a su inmediata extensión. La Laconia del sur. El vacío”.
Vacío y nada. Infinidad de pueblos desérticos o habitados por apenas cuatro o cinco habitantes que sobreviven al paso de los años y el entierro de la memoria. Cerdà firma un libro con una travesía muy bien definida, abordando el tema de la despoblación desde numerosos punto de vista y ofreciendo un retrato de lo más cuidado y detallista de esa España rural de la que nadie se acuerda.
Entre el silencio de la no existencia para instituciones y el resto del mundo aparecen voces, esas voces que llegan tan profundas en Los últimos. Ya en nuestro especial de libros de viajes destacamos en su día
La España vacía, un libro que también trata en parte sobre esa España que está abandonada a su propia suerte.
Pueblos que son devorados por las zarzas, escuelas que cierran por no tener niños, iniciativas sin suerte para buscar a nuevos pobladores en un intenso e interesante viaje por La Nada. Entre números, datos y paisajes, el autor transmite la tristeza de una España invisible.