La importancia de tu cama para un buen descanso

Es evidente que a cada edad le corresponde un tipo de cama diferente. Efectivamente, no es lo mismo ser un bebé y dormir en una cuna, que ser un anciano. A cada edad le corresponde una manera diferente de descansar.

Pero, además del descanso, las habitaciones de las personas tienen unos requerimientos diferentes. En este artículo, vamos a estudiar todas estas necesidades y cómo todo ello influye en el tipo de cama recomendada para cada edad.

La importancia del descanso

El descanso es importante a cualquier edad. Es cierto que los niños son los que necesitan más horas de sueño y que este sueño es imprescindible, tanto para su desarrollo físico, como de su evolución psicológica. Un buen o mal descanso puede, incluso afectar a su crecimiento.

En la medida que crecemos y llegamos a la edad adulta, las horas de sueño necesarias van decreciendo. Los expertos recomiendan ocho horas de sueño de media y que dormir menos de cinco es muy perjudicial para la salud.

Ya llegados a la edad madura, los ancianos ven limitadas sus horas de sueño y ello hace que sea hasta más difícil conciliarlo. En la edad anciana es imprescindible que el sueño sea reparador, profundo y continuo porque, de no ser así, se puede sufrir una somnolencia diurna que complicará el descanso nocturno.

Bebés, espacio y almacenaje

En el mercado existe un sinfín de cunas adecuadas y beneficiosas para el descanso de los bebés. Lo cierto es que las cunas ocupan una gran cantidad de espacio y eso es justo lo que necesitamos, así que la mejor solución es disponer una cuna que permita el almacenaje de todas las cosas que necesita nuestro bebé.

Debemos pensar también que estos niños van a ir creciendo, por lo que una opción interesante son las cunas adaptativas, que pueden ir transformándose en camas más grandes, incluso llegando a disponer de diferentes piezas que pueden adaptarse como mesitas de noche o escritorios.

Literas, cuando la familia crece

Cambiarse de casa cuando la familia crece no es una opción que esté en las manos de todo el mundo, así que las familias buscan soluciones mucho más viables cuando llegan los hermanos. Y, seguramente, la mejor opción cuando esto pasa es la de hacerse con literas. Las literas permiten aprovechar el espacio de las habitaciones y poder organizar mucho mejor la habitación de nuestros hijos.

En el mercado existen infinitas opciones de literas para nuestros hijos, pero hay algo que deberemos tener en cuenta a la hora de hacernos con este tipo de mueble y no es otra cosa que éstas sean literas de calidad. La robustez nos va a garantizar una durabilidad mucho más larga del mueble, algo muy importante.

Por otro lado, niños, adolescentes y jóvenes necesitan de un buen descanso. Sus vidas son enormemente activa y el  descanso es, precisamente, algo que propicia esta actividad de una manera más efectiva.

La cama de una persona adulta

Antes de llegar a la vejez el descanso es muy importante, porque puede incluso influir en nuestro estado de ánimo y en la manera que tenemos de afrontar el día a día y sus problemas. Así, un buen descanso nos permite afrontar cada día con una mayor seguridad y confianza.

Es por este motivo que, ya de adultos, contemos con una buena cama y un colchón adecuado que nos permita aprovechar al máximo esas ocho horas de sueño que nos debemos marcar como objetivo cada noche.

Y ese descanso, según los psicólogos, nos hace pensar de una manera más creativa y reaccionar de una manera más ágil ante cualquier problema.

Las personas mayores

Los ancianos son, junto a los más pequeños, las personas que las que mayor atención deberemos prestar a la hora de descansar. Lo habitual, en lo que a la cama se refiere es hacerse con una cama articulada, ya que son muy beneficiosas, tanto para su descanso, como para su movilidad.

En realidad, las camas articuladas son buenas para todas las edades por muchos motivos y éstos son decisivos en las personas mayores, que, como hemos dicho, suelen tener más dificultad para conciliar el sueño.

Soñar es lo que importa

La cama, como vemos, es el lugar en donde empieza cada día de nuestra vida. Nuestra cama tiene que ser cómoda, puesto que esto hará que nuestro descanso sea el óptimo. Hay que pensar que una cama adecuada a cada edad puede aliviar no sólo el descanso, sino también aliviar molestias corporales.

Y, ¿cómo podemos saber que nuestra cama es la adecuada? Basta con ver cómo nos levantamos. Si notamos alguna molestia muscular en cuello o espalda, puede que no estemos descansando sobre el colchón adecuado. De la misma manera, al levantarnos deberemos sentirnos descansados y listos para un nuevo día, que es la mejor manera de valorar si estamos descansando en la cama correcta.