La sociedad cateta

15/06/20 +Jerez Opinión: Ángel G. Morón

Por deformación profesional y puede que también por inquietud, suelo estar informado. Vivimos unos tiempos en los que estamos sobreexpuestos a la información. Las redes sociales contribuyen a esa sobrecarga, a ese ruido que puede aturullarnos y marearnos. Vivimos la era de la sobreinformación y nunca antes, como ahora, de la desinformación. Los bulos, las noticias falsas inundan redes sociales y también medios de comunicación convencionales. Nunca antes como hasta ahora la sociedad ha estado mas expuesta a la manipulación. La historia de la humanidad está repleta de momentos convulsos. Porque siempre pasan cosas. Y la condición humana es, por naturaleza, conflictiva. El ansia de poder es la semilla del odio. Más territorio, más dinero, más prebendas, más importancia, más y más y más. 

Nunca antes como hasta ahora la humanidad ha gozado de mejor calidad de vida, aunque se mantengan grandes desigualdades y todavía exista un tercer mundo. Por ahora, no hemos sabido hacerlo mejor y la globalización no ha contribuido a la igualdad de los seres humanos sino a consolidar la desigualdad de una parte del mundo, esa parte de la que muchos, legítimamente, quieren escapar. 

En el mundo de hoy la educación, que debería ser una pieza capital en el desarrollo de una sociedad, es maltratada. Las nuevas generaciones son poco leídas. Están absorbidas por lo digital, se dejan atosigar por estímulos visuales y son incapaces de centrar su atención ni siquiera un minuto. La educación está en franca decadencia. No se premia el esfuerzo, no se busca la excelencia y se iguala por la parte más baja.

Una sociedad cateta es una sociedad ideal para quienes ostentan el bastón de mando y los poderes fácticos, entre los que se incluyen medios de comunicación y confesiones religiosas. En estos días asistimos a una ola de protestas contra el racismo desencadenada por la muerte en Estados Unidos de un hombre negro a manos de un policía blanco, un hecho condenable y despreciable, por supuesto. La repulsa se ha replicado en todo el globo. La sensibilidad “racial” está a flor de piel. Por eso hay que manifestarse. Porque hay que denunciar las injusticias aunque ocurran a ocho mil kilómetros de distancia. Y esa ola contra el racismo, que es ya un movimiento amparado por una proclama, tiene consecuencias inconcebibles provocadas por la masa vociferante y enervada. El vandalismo se produce por generación espontánea con la excusa de la protesta; se derriban estatuas de personajes históricos al socaire de un pasado "interpretado" a destiempo y equivocadamente. Y el mundo de la cultura se arruga, entona un falsario mea culpa y retira o pone en cuarentena, que está de moda, películas como 'Gone with the wind' por su temática racial y extemporánea. Es una obra audiovisual de ficción y es estúpido pensar que muestra un estereotipo racial que propicia el racismo. Existe todavía hoy la discriminación racial, sexual, religiosa, cultural… Por supuesto que sí. Siguen existiendo discriminaciones y la humanidad ha de seguir evolucionando hacia la igualdad de trato y de oportunidades de todo ser humano. Pero no nos volvamos locos. Aunque queda por hacer, no estamos en la era de la esclavitud. Hay que denunciar toda injusticia y toda vileza pero los altercados, las revueltas y la violencia nunca se pueden justificar. 

Sí. La sociedad está enferma cuando se manifiestan estos síntomas. La educación es la raíz de todo y está fallando. Si masas enardecidas de incultos condicionan decisiones políticas y empresariales estaremos perdidos como sociedad. Tengo la sensación de vivir una involución educativa, la peor noticia posible para el futuro de la humanidad.

Advertisement

Xerezmania Producciones S.L. ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo Objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha implementado: Desarrollo de app móvil para la mejora de competitividad y productividad de la empresa. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio de Jerez