Como os conté en el anterior artículo de opinión (leer aquí), mi primer año como futbolista fuera de Jerez fue en Madrid, en la AD Alcorcón. Fue también mi primera experiencia en la Segunda B, categoría en la que he pasado la mayor parte de mi carrera y, para mí, la categoría más descuidada del fútbol a nivel nacional.
Aquel primer año fuera comienza en julio cuando me voy a Madrid para empezar la pretemporada. El primer viaje lo hago con mi padre y mi hermano mayor. Tras llegar a Alcorcón veo algunas cosas que no me gustan y tras pasar la noche en un hotel que no estaba muy bien decido volverme a Jerez hasta que estas cosas no estén solucionadas.
A los pocos días vuelvo a despedirme de mi familia y amigos. Y me vuelvo a Madrid, pero esta vez yo solo, ya que me quedaba en casa de un amigo, periodista de Marca, hasta que encontrara piso. En el viaje, en el tren, me dio tiempo a pensar mil cosas, pero iba tan contento y con tantas ganas de poder cumplir mi sueño que eso pesaba más que ningún pensamiento negativo.
Los primeros días fueron duros porque me costaba mucho estar solo tanto tiempo, pero gracias al trato recibido por el club y por mis compañeros, pude pasar esos días malos. Pasan los días y cada día estoy más a gusto en Madrid.
Encuentro piso en el mismo edificio que vivía mi amigo y empieza la rutina de la competición (entrenamientos y partidos) y cada vez me siento mejor. No me creía que estuviera cumpliendo mi sueño.
Y llega el primer partido de Liga y mi debut en Segunda contra el filial del Celta de Vigo ¡en Balaídos! Fue una gozada de partido y ya empezaba a sentir lo que esa categoría significa. Iban pasando los partidos y cada vez estaba más cómodo hasta que llega mi primera lesión y ahí empieza a complicarse un poco la historia, pero eso lo dejaré para el siguiente capítulo.
Un abrazo y espero que os guste esta sección.
Dani Hedrera, tras más de una década fuera de Jerez, juega actualmente en el CD Lealtad.