Los empleados de la basura mantienen su pulso y se movilizarán desde esta semana en las calles para exigir mejoras laborales

El comité de empresa de UTE-Jerez, la concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras de la ciudad, saldrá a las calles a movilizarse desde esta misma semana exigiendo mejoras laborales. Los trabajadores de la compañía reclaman que se cumpla el pliego de condiciones acordado a finales de 2018 con el Ayuntamiento de Jerez del PSOE de Mamen Sánchez, así como el convenio colectivo.

Desde este mismo miércoles día 9 de septiembre los efectivos de la limpieza se plantarán ante las puertas del Consistorio y la sede con la que UTE-Jerez cuenta en el Parque Empresarial. Estas manifestaciones van a producirse, si nada lo impide, hasta el día 30 de este mismo mes. La propia Subdelegación del Gobierno tiene ya constancia de las mismas y han sido autorizadas de acuerdo con las normativas y recomendaciones vigentes en materia de seguridad sanitaria que han establecido las autoridades.

En las últimas semanas el servicio viene sufriendo una importante merma, agravada por los positivos por coronavirus producidos entre empleados de la plantilla. Según fuentes de la propia UTE-Jerez (unión conformada por las compañías FCC, Equal y Cointer) se está incumpliendo de manera reiterada el contrato rubricado con el Ayuntamiento de Jerez, no siguiéndose los requisitos establecidos en el anexo III del pliego de condiciones. Por si fuera poco, la empresa está llevando a cabo el trasvase de efectivos entre turnos, algo para lo que se requiere de una comunicación de al menos 15 días de antelación según la legislación vigente, e incorporando a nuevo personal sin tener en cuenta a los eventuales.

A las anteriores circunstancias se unen las quejas de los empleados, más allá de la situación de desamparo en materia de seguridad sanitaria en el entorno laboral, pues señalan una evidente falta de recursos referentes a la dotación económica y al personal. De hecho, los trabajadores aprobaron en el mes de marzo por mayoría convocar una huelga, que quedó en suspenso debido a la activación del estado de alarma en todo el país, pues acusan a UTE-Jerez de abaratar el coste del servicio. Hay que recordar que esta Unión Temporal de Empresas que conforman FCC, Cointer y Equal logró hacerse con la concesión con una oferta de 186,8 millones de euros por un periodo de nueve años, con derecho a uno más de prórroga, siendo unos seis millones más barata que la oferta que presentó Urbaser.

Por otra parte, la UTE-Jerez querría tumbar la antigüedad que viene prestando un colectivo de trabajadores de fines de semanas y festivos, en su mayoría trabajadores fijos, con una antigüedad que ronda los 15 a 20 años de trabajo. Además, en la negociación colectiva, la empresa barajaría modificar el convenio para añadir una nueva categoría profesional llamada "auxiliar de servicio" con una reducción salarial de unos 350 euros mensuales, a pesar de que prestaría el mismo servicio que otro trabajador con más antigüedad. Propuestas que indignan a muchos de los trabajadores, que desde el año 2012 vienen perdiendo entre un 12% y 14% de poder adquisitivo. A ello hay que añadir que la vida laboral de los mismos lleva sin actualizarse desde hace casi cinco años en la mayoría de casos.

En este sentido, desde el Gobierno local, responsable de fiscalizar la labor de UTE-Jerez, aseguran que "hemos atendido a los trabajadores, hemos tomado nota de la problemática que existe en cuanto a la aplicación del convenio e instamos a la concesionaria a su cumplimiento", ha afirmado el teniente de alcaldesa de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, José Antonio Díaz. El edil explica que la concesionaria asume "el actual convenio, como se recoge en el pliego de condiciones". De esta forma, desde el Gobierno local "estamos atentos al desarrollo de las conversaciones entre trabajadores y empresa para que no repercuta en el servicio que se presta a la ciudadanía".

En el día de ayer, la empresa y la parte social se reunieron para abordar este asunto, asegurándose desde la compañía que se van a estudiar las peticiones de los empleados, quienes no descartan ir a la huelga de no ser satisfechas.