Los opositores jerezanos buscan una sala de estudio a la desesperada

Los opositores jerezanos están en pie de guerra. Necesitan una sala de estudio en Jerez durante el estío. La quinta ciudad de Andalucía en cuanto a población se refiere carece de un servicio digno. Las bibliotecas municipales sólo abren por las mañanas de lunes a viernes durante el verano. La UCA, que suele cubrir esta necesidad, rebaja sus horarios durante esta época del año, hasta su cierre con la llegada del mes de agosto. La comunidad opositora tiene que irse fuera de la ciudad en busca de un lugar tranquilo donde estudiar, con los perjuicios tanto académicos como económicos que ello supone.

El Puerto de Santa María y Rota son algunas de las localidades que acogen a los estudiantes jerezanos. Las ciudades costeras prestan un servicio decente en este sentido. Los que se desplazan hasta territorio portuense cuentan con una sala de estudio que abre de lunes a domingo, tal y como se especifica en la web municipal. Las dos bibliotecas que hay en Rota abren de 8 a 21 horas, de forma ininterrumpida, de lunes a viernes. El sábado, abren de 10 a 14 horas y la sala de estudio de 17 a 21 horas. Ese es el horario durante todo el año.

Los opositores jerezanos han reclamado al Ayuntamiento de Jerez, que han atendido sus solicitudes pero ven muy complicado solucionar el problema este mismo año. Aunque en anteriores ocasiones se ha abierto la Sala Paúl, en 2019 parece que no se contará con esta opción. Desde el Consistorio jerezano se destaca que el tema ha estado sobre la mesa de las delegaciones de Cultura -encargada de las bibliotecas- y Educación. Sin embargo, los problemas con el mobiliario o el personal -cabe recordar que en el Ayuntamiento hay sueldos estratosféricos- son algunos de los problemas que esgrimen desde la corporación municipal. 

Para los opositores, no disponer de salas de estudio les crea un problema añadidos a los que ya tienen por el simple hecho de haber elegido presentarse al concurso. Si hablamos de una oposición sin pruebas físicas, exige una dedicación plena al estudio. Esto implica no poder trabajar o hacerlo en jornadas muy reducidas, con lo que ello supone de sueldo. Tener que irse fuera de Jerez implica un gasto en transporte que sería de 4 viajes diarios -tiempo y dinero perdido-. En caso de sólo realizar dos -ida y vuelta-, les forzaría a estar toda la jornada fuera de casa y el gasto en comida se elevaría. Todo esto habría que cuadrarlo en horarios con las clases académicas que suelen recibir estos alumnos.

Las dificultades son aún mayores si la oposición implica una prueba física. Los aspirantes a la Policía Nacional entrenan hasta dos veces al día. Si tienen que desplazarse a El Puerto o Rota y volver a Jerez, se les va el tiempo en la carretera. Además, mantener una dieta sana les cuesta un dinero que no pueden ganar trabajando en muchas ocasiones, pues la dedicación es plena. El gimnasio, la ropa deportiva o la academia son algunos de los gastos que tienen que sumar a su bolsillo sin siquiera tener que cambiarse de ciudad. 

Por el momento, la primera quincena de julio seguirán en el Campus Universitario de Jerez, que abre sus puertas hasta las 19 horas. Algunos se conforman con una sala de estudio que abra de 10 a 20 horas de lunes a viernes. Otros son más ambiciosos y no renuncian a tener un servicio igual al de ciudades como Rota o El Puerto de Santa María. De momento, se encuentran a la espera de una reunión con el Ayuntamiento de Jerez, que ahora tiene el balón sobre su tejado.