Los préstamos rápidos como solución a la falta de liquidez

España está viviendo desde hace unos años una tímida recuperación económica a la crisis que ha asolado el país durante casi una década. Sin embargo, estas buenas noticias no han terminado de extenderse hacia la economía de las familias.

Mientras que los datos macroeconómicos hablaban ya de una situación muy positiva de la economía española, a nivel micro, estos buenos resultados tardaban en llegar. La situación se vuelve aún más compleja cuando desde los medios económicos se habla sin tapujos de que está en ciernes un nuevo periodo de recesión.

Recientemente, la OCDE y la CEOE han alertado a España por la necesidad de revisar sus previsiones de crecimiento, reduciéndolas en unas décimas. Para el año 2018 y 2019, la economía española seguirá creciendo, pero lo hará a un ritmo menor del esperado hace unos meses.

¿Cómo se traducen estos datos macroeconómicos en el día a día de los españoles?

Todos estos datos macroeconómicos, que siempre es buena noticia que sean positivos, tienen una traducción más lenta en la economía familiar, en la economía a nivel micro.

Un buen ejemplo de ello es la creación de empleo. Esta revisión a la baja del crecimiento de la economía supondrá un aumento de empleo, pero a menor nivel del esperado. Se cree que en los próximos dos años se crearán en España unos 800.000 puestos de trabajo, situando el nivel de desempleo en torno a un 13%.

Volviendo a la crisis económica y la recesión, que un país entre en esta situación es realmente grave para sus ciudadanos, porque se pierde la confianza entre los agentes económicos y financieros.

En España esto se ha visto claro con el acceso al crédito. En los años más duros de la crisis, las entidades financieras cerraron el grifo del crédito, de modo que muchos proyectos no pudieron ver la luz por la imposibilidad de acceder a financiación.

Las condiciones para recibir un crédito se impusieron condiciones leoninas, de modo que muchos españoles tuvieron que buscar otras formas de financiación. Es así como aparecieron los créditos y préstamos rápidos.

Los préstamos rápidos son una forma de financiación, de mediana cuantía, en la que los solicitantes no deben cumplir tantos requisitos como los necesarios para acceder a créditos en entidades financieras.

Con esta forma de financiación, en cuestión de minutos se puede acceder a cuantías de unos miles de euros sin tener que cumplimentar ningún aval ni apenas trámites burocráticos y administrativos.

¿Cuáles son las ventajas de los préstamos rápidos?

Un aspecto positico es que la respuesta a la solicitud de créditos es prácticamente inmediata. Las plataformas crediticias online, a lo sumo, se demoran unas 24 horas para ofrecer una respuesta al interesado en el crédito.

Tras la respuesta, el envío de documentación es bastante sencillo y, habitualmente, corre a cargo de la proia entidad concedente del préstamo o bien a través de algún sistema de envío online.

Y recibir el dinero es igualmente muy cómodo, pues habitualmente en cuestión de 24 a 48 horas el cliente puede hacer uso del dinero, lo que supone una gran ventaja para las personas que necesitan liquidez con gran urgencia.

Por último, frente a la financiación por parte de entidades bancarias, que exigen una importante solvencia económica, estas plataformas crediticias se muestran mucho más flexibles en este aspecto. En algunos casos es posible beneficiarse de estos mecanismos de financiación usando como aval la propia garantía personal.

Los contras de los micro créditos

Los préstamos rápidos parecen la fórmula perfecta para acceder a financiación rápida. Sin embargo, sus contrapartidas son muy relevantes, de ahí que haya que andarse con ojo antes de acudir a ellos.

Un aspecto a vigilar es el de los intereses a pagar, que suelen ser muy altos, especialmente si nos retrasamos a la hora de devolver el crédito. Por esta razón, es aconsejable abonar la deuda antes del tiempo pactado.

Como segundo punto negativo está el de la aparición de numerosas plataformas crediticias que han aparecido en los últimos años, algunas de ellas ilegales. Para no caer en esta trampa, la clave está en informarse mucho sobre la empresa antes de solicitar el préstamo. Es importante que, si vamos a solicitar estos servicios, nos aseguremos que la empresa con la que lo hacemos, esté regulada.