Pepe Castaño y sus "Vivencias Taurinas"

Durante la pasada Feria del Caballo, en el Restaurante El Bosque, se presentó el libro "Mis Vivencias Taurinas" escrito por el archiconocido jerezano Pepe Castaño. El libro fue dado a conocer con la asistencia de un gran número de aficionados y de profesionales del toreo. Pepe afirma que no se trata de un estudio a fondo de la historia sino un relato de experiencias personales tras fraguar amistad con grandes de la tauromaquia. Castaño afirma que "Mi profesión me permitió tener cercanía con grandes toreros y ganaderos de la zona. Siempre recuerdo a D. Álvaro por ejemplo con quien tuve el honor de hablar largo y tendido en muchas ocasiones". Para Pepe Castaño Jerez ha tenido un peso específico en la Fiesta que no se ha aprovechado del todo: "La idiosincracia del jerezano es así para todo. Aquí se ha innovado y luego nos ha copiado en todo el mundo, como ocurrió con la Corrida Concurso de Ganaderías, que pusiera en marcha el inolvidable Pepe Belmonte....." El libro que cuenta con el prólogo de la profesora y gran aficionada Elena Aguilar arroja curiosidades y anécdotas que el autor resume de ésta forma: "No me gustaba hablar de toros con los maestros. Por mi peluquería han pasado desde Antonio Ordóñez hasta El Juli sin olvidar a toreros como Paco Ojeda o Rafael de Paula". Sobre el maestro jerezano afirma que; "Creo que todavía no conocemos la dimensión de torero que es Rafael de Paula. Con el paso de los años Paula ocupará un lugar de privilegio dentro de los grandes mitos". Tras tantos años al frente de la jerezano Hermadad de Jesús Nazareno, de la que ha sido hermano mayor, recuerda con especial cariño la donación que hizo Rafael de Paula a la´Virgen del Traspaso, como él mismo explica; "Paula nos hizo entrega del vestido de luces de la famosa faena al toro "Sedoso" de Marqués de Domecq con el que se hizo un saya verde y oro para la Virgen. En el libro aparece una foto entrañable de la entrega....". En definitva, "Mis Vivencias Taurinas", es una oportunidad para darse un paseo en el tiempo y saborear jugosas anécdotas vividas a pie de calle siempre con una copa de vino de Jerez.