Préstamos rápidos: ¿realmente lo son?

El auge de los préstamos rápidos es más que evidente. Cada vez se utilizan más cuando se necesita una inyección de liquidez para cubrir gastos imprevistos. Y como la mayoría de las veces el dinero se necesita lo antes posible, mucha gente se pregunta si al solicitar uno recibirá el dinero en ese mismo día. ¿Es siempre así? ¿Son los préstamos rápidos verdaderamente instantáneos? ¿O hay factores que pueden hacer que el ingreso se retrase?

¿Cuándo se recibe el dinero de forma rápida?

El concepto de crédito rápido ideal es el de poder tenerlo ingresado en nuestra cuenta a los pocos minutos de haberlo solicitado. Hoy, gracias a los sistemas informáticos conectados de los que se dispone, es posible conseguirlo. De hecho, muchas empresas tienen la capacidad para hacer la transferencia de forma rápida, aunque en determinados casos se puede tardar algo más.

Cuando una empresa gestiona préstamos personales online sin papeleo, en los que no se necesita presentar justificantes de ingresos y cuenta con un sistema automatizado para procesar las solicitudes, el dinero se puede enviar de forma casi inmediata. Si además de ello se da el caso de que tanto quien prestar el dinero como quien recibe el préstamo tienen cuenta en el mismo banco, el dinero puede pasar de una a otra al instante.

Para qué se puede recurrir a un préstamo rápido

La inmediatez con la que se puede obtener el dinero hace que algunas veces se piense en estos como una manera de disponer de liquidez para muchas cosas. Aunque es importante actuar con cautela y no pedirlos para cualquier cosa. Por ejemplo, no son una buena opción si queremos comprarnos algo que no nos hace falta, para lo que quizás podamos ahorrar y conseguir a medio plazo.

Hay productos financieros que están pensados para aumentar los ahorros a medio y largo plazo, como los planes de pensiones indexados. Estos se caracterizan por ofrecer una buena rentabilidad, beneficios fiscales y en algunos casos comisiones bastante bajas, como es el caso de los planes de Indexa Capital o Finizens. Estos son más adecuados cuando lo que se busca es aumentar la capacidad de ahorro de cara a la jubilación.

Con esto queremos decir que cada producto tiene su motivo. Y el de los mini créditos es el de poder afrontar un pago inesperado, que normalmente suele llegar cuando estamos terminando el mes y no contamos con dinero para cubrirlo. Una avería en el coche, una factura algo más elevada de lo que esperábamos y situaciones similares son para las que se han pensado este tipo de préstamos.

Situaciones en las que puede que se retrase el dinero

Como hemos dicho, en condiciones ideales el dinero debería estar en la cuenta a los pocos minutos, disponible para utilizarlo casi de inmediato. De hecho, es uno de los atractivos de los mini préstamos sin intereses. Aunque hay factores que pueden retrasar esto.

El más habitual suele ser que las cuentas estén en entidades distintas. En este caso, la transferencia tiene que pasar primero por un filtro, que hace que el dinero no llegue hasta el día siguiente, o un par de días después. Aún así, comparados con los créditos tradicionales siguen siendo mucho más rápidos.

Otro factor que puede producir un retraso es que la cantidad solicitada sea elevada. Puede que se solicite algún documento destinado a asegurarse de que la operación es viable y se puede realizar sin problemas. Algo normal, ya que al fin y al cabo, las empresas que prestan dinero esperan recibirlo de vuelta.

Por lo tanto, podemos decir que el préstamo rápido ideal sí que es inmediato, siempre que se den las condiciones para ello.