El
alcohol procedente de la uva – es decir, del vino- es mucho más caro que el obtenido de la destilación de melazas de remolacha, cereal o patatas. Hay bodegas en el Marco
de Jerez que están haciendo bebidas espirituosas, con presentaciones similares
a las del Brandy, en las que el consumidor cree comprar algo que ni mucho menos
recibe.
El Brandy tiene 36 grados de alcohol y
debe proceder del vino.
Las bebidas espirituosas tienen 30
grados y el alcohol puede proceder, por ejemplo, de melazas de remolacha, mucho
más barato.
Hace unos años, los cambios en la reglamentación, unidos a una mala cosecha provocaron que
el precio del vino subiera. Al subir la materia prima subieron los brandies
soleras. ¿Qué hicieron algunas bodegas? Pues salir de la denominación jerezana para
pasar a vender ‘bebidas espirituosas’.
Muchos consumidores creen estar consumiendo
Brandy de Jerez y, en realidad, están bebiendo algo de menos graduación y de inferior calidad. Creen que es brandy porque les ofertan el espirituoso en un recipiente que les es muy familiar ya que casi es idéntico al que tenían. Sólo cambiaron ‘Brandy de Jerez’ por ‘Bebida
espirituosa’ y donde ponía 36º, ahora pone 30º .
El
consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha
visitado Jerez para unir fuerzas y evitar que pudieran aparecer algunos cambios
en la reglamentación que permitan prescindir de la uva para la elaboración de
brandy, algo que sería terrible para la economía de las denominaciones de origen
de Jerez y la Mancha; sobre todo para La Mancha, que es la zona con mayor extensión de viñas de España y suministra miles de hectolitros de
alcohol a las bodegas que elaboran Brandy de Jerez.
Y usted, consumidor/a, lea las etiquetas y
tenga cuidado no le den gato por liebre, o lo que es lo mismo, espirituoso por Brandy de Jerez.