“Sabemos que en Europa, antes de la llegada de nuestros números, no había cero. Los números podían sumarse, restarse, multiplicarse y dividirse, pero nadie pensaba en el cero. Si uno restaba 5 de 5, por ejemplo, no quedaba nada, y no ese algo que ahora llamamos cero. Los cálculos simplemente terminaban en ese punto”.
Pero un buen día, el cero apareció casi como por arte de magia. ¿Quién lo creó? ¿De dónde vino? El matemático Amir D. Aczel se encargó de viajar en busca del orígen de los números y su aventura la plasmó en En busca del cero, un libro editado por Biblioteca Buridán.
Partiendo de lo expuesto en el primer párrafo, Aczel apuntó sus investigaciones iniciales hacia Oriente. En la India y en sus religiones trató de encontrar las primeras respuestas a esa gran cuestión-obsesión que recorre las páginas de este singular libro: ¿De dónde vienen los números?
El autor confiesa su creencia de que las religiones orientales eran claves para descifrar el misterio y pensaba que el origen de los numerales procedía de las tradiciones religiosas. De ahí que estudiara a fondo el hinduismo, jainismo y budismo.
Recorriendo diferentes países asiáticos como India, Tailandia o Vietnam, Aczel persigue el primer cero de la humanidad. Narrado en primera persona, el relato es toda una aventura entre historia y matemáticas. Lejos de lo que llegué a pensar tras los dos primeros capítulos, para nada se hace pesada la lectura. El autor consigue mantener al lector cerca de lo que va contando.
Y cuando en muchos libros se repite la fórmula de dar con objetos sagrados, símbolos perdidos y elementos mágicos, la complicada búsqueda de los orígenes de los números se convierte en un original atractivo de una historia real a la que no le falta de nada.
¿Logró finalmente Amir completar su odisea de forma éxitosa? Toca viajar por las páginas de uno de esos libros que te alegras doblemente de haber conocido.