¿Te proteges bien del sol?

“Este verano me voy a poner como un tizón, me encanta el sol…”. ¿Cuántas veces hemos escuchado este comentario? Verano tras verano, la misma cantinela, procedente en no pocas ocasiones de quienes toman el sol como si de un bálsamo milagroso se tratara, dejando de un lado las reiteradas indicaciones para hacerlo con precaución.

Para documentarnos y acertar en los consejos, acudimos a Inderlas Centro Médico, donde la doctora Mª Ángeles Raya nos espera, dispuesta a contestar varias cuestiones.

La primera, directa y sin rodeos, consiste en ponernos nota en el cuidado que guardamos ante las radiaciones solares. Aprobamos, pero con matizaciones:

“No nos cuidamos lo que debemos, por eso la nota que pondría sería un 6. Cuando elaboro la historia clínica del paciente, hay cuestiones esenciales que le formulo, como si abusa o ha abusado del sol, si se expuesto mucho al sol e incluso si ha sufrido quemaduras solares, y si usa fotoprotector o protección solar, y qué factor usa.”

Al oír estas palabras es fácil recordar las veces que nos hemos quemado: hemos ido a la playa y, bien porque no hemos tomado las precauciones adecuadas, bien porque hemos creído que ese día “el sol no quemaba”, el caso es que cuando nos hemos duchado en casa percibimos que nos hemos quemado. La estampa color “salmonete” y, en otros tiempos también denominada “moreno Julio Iglesias”, delata la falta de protección conveniente.

“Afortunadamente, y eso es buen síntoma, la gente está más concienciada en este terreno, aunque no siempre se toman las medidas oportunas. Igual utilizan durante el invierno un Factor de Protección 50, y al llegar el verano, con la obsesión de ponerse morenos, van disminuyendo el nivel de protección. Justo lo contrario a lo que, por lógica, debe hacerse.“

Estar concienciados de los perjuicios que nos puede acarrear no tomar el sol con la debida cautela no es labor de dos días. La doctora hace especial hincapié en que es necesario concienciarnos, especialmente a los niños, desde pequeñitos.

“Esa concienciación es fundamental. Hay que estar encima de ellos, es necesario repetir la aplicación de la crema de protección cada hora y media o dos horas. Y esta pauta es también para los adultos.”

Y la gran pregunta, ésa que nos hacemos a la hora de adquirir el bote de protección solar: ¿qué factor de protección es el ideal? La respuesta es tajante:

“Siempre recomiendo el factor de protección 50, y más en la zona en la que nos encontramos. Hay quien piensa que no se va a poner tan morena usando este índice de protección hacia las radiaciones solares, pero no es así. Incluso hay pacientes que confiesan su asombro cuando comprueban que sí se broncean siguiendo esa pauta, que lo hacen de una manera más progresiva y, muy importante, de forma más sana”.

Se trata por tanto de un tema de salud, para evitar o prevenir no solo la aparición de arrugas o manchas, si no problemas en la piel mucho más serios. Y es que no es cuestión baladí aquello de que la piel tiene memoria. Pero ¿a qué edad es más necesario utilizar una adecuada protección solar? ¿y qué horas resultan más perjudiciales?

“Siempre que planifiquemos actividades al aire libre, conviene evitar las horas centrales del día. Las horas matinales, cuanto más temprano mejor, y a partir de 18,00 horas. Resulta menos dañino y, por tanto, vamos a tener menor riesgo de quemaduras que si nos exponemos a las 14,00 o a las 16,00 horas.”

Es conveniente recordar la importancia del sol y la Vitamina D que proporciona, pero ¿hay un tiempo máximo recomendado para tomar el sol?

“Lo más recomendable es una exposición progresiva y, aunque no hay un número establecido de horas, debemos hacerlo de una forma razonable, llevando además sombrilla, gorras o sombreros que nos protejan del sol y eviten en lo posible las radiaciones. Cara, cuello y escote son las zonas del cuerpo con las que debemos tener especial cuidado, para prevenir envejecimiento y aparición de lesiones; sin olvidarnos de las manos, que también exponemos al sol de forma habitual.”

No evitamos referirnos a los tatuajes, una tendencia en alza en la última década, y las precauciones que deben adoptar aquellas personas que lo llevan en su piel y gustan tomar el sol.

“En este caso hay que aplicar fotoprotección de igual forma y, en algunos casos, más. El motivo es que la tinta del tatuaje se degrada con las radiaciones ultravioletas. Si queremos proteger un tatuaje, y que no vaya desgastándose más aceleradamente de lo normal, es conveniente protegernos. Hay que tener en cuenta la posibilidad de alguna lesión que pueda malignizar (como en cualquier parte de la piel). Al tener un tatuaje resultará más difícil visualizarla y detectarla”.

Antes de finalizar, insistimos en las medidas de precaución, en este sentido, con bebés, niños, e incluso, con las embarazadas.

“Es cierto: los niños tienen una piel muy sensible y, de no protegerlos debidamente, acumularán radiación. Es indispensable el uso de productos adecuados a su tipo de piel, mucho más fina y sensible. Y un consejo para mujeres embarazadas, o que tomen anticonceptivos hormonales o que tengan problemas hormonales: no dejen de usar protección solar. Así evitarán la aparición de manchas, que a la postre, resultan muy difíciles de eliminar.”

En definitiva, como nos aconseja la Dra. Raya León, desde Inderlas Centro Médico, es esencial una buena hidratación y la consiguiente protección solar para no llevarnos sustos con el paso de los años.

Mª Ángeles Raya León es la directora médica de Inderlas Centro Médico. Es licenciada en Medicina por la Universidad de Cádiz, especialista en Medicina Familiar y  Comunitaria, Máster en Medicina Estética por la Universidad de Córdoba y Máster en Trasplante y Medicina Capilar.