Un autobús urbano de Jerez choca contra el edificio del Gallo Azul

Un autobús urbano del Ayuntamiento de Jerez se ha estrellado esta tarde contra el edificio del Gallo Azul, un accidente tras el que afortunadamente no ha habido que lamentar heridos.

Los hechos han tenido lugar minutos después de las 17:00 horas, cuando el autobús, al parecer sin conductor y que se encontraba detenido en la Plaza Esteve, ha descendido calle abajo hasta impactar contra la parte baja del emblemático edificio, hoy sede de un local hostelero.

Los ocupantes de la terraza y las mesas de la zona baja del establecimiento han podido esquivar a tiempo el choque, por lo que no se han producido daños humanos. Se está la espera, eso sí, de la valoración de daños materiales. Será una investigación la que determine las causas del siniestro, aunque ya hay fuentes que apuntan a un posible fallo mecánico del autocar. El delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Jerez ha insistido ante los medios que "el vehículo no es de las últimas adquisiciones, es de la marca Volvo y bastante fiable" y manifiesta que no cree que se puedan reproducir nuevos accidentes de este tipo.

Las imágenes del incidente no han tardado en circular a través de plataformas de mensajería y redes sociales entre la ciudadanía, como la que ilustra esta noticia.

Cabe recordar que hace escasos meses la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha iniciado el expediente para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Catalogación General del edificio del Gallo Azul. Se trata de una singular construcción de carácter regionalista que hoy se identifica como uno de los elementos constructivos más representativos del casco urbano de Jerez. De notable interés arquitectónico este edificio fue realizado tras la adjudicación del concurso, promovido por el Ayuntamiento en 1927, a la Casa Pedro Domecq y Cía que aportaba un proyecto redactado por Aníbal González. Promovido por las Bodegas Fundador Domecq, el edificio está diseñado en ladrillo aplantillado, insertándose dentro del estilo regionalista, con bajorrelieves y elementos cerámicos alusivos a la marca. En los años 60, se incorporaron los luminosos Fino La Ina y Fundador.