Una novela con escamas, con piel, con espinas, con restos… Una novela breve, pero intensa. Anatomía de un hombre pez (Editorial Verbum), una obra de Eduardo Bieger Vera galardonada con el II Premio Internacional de Narrativa Novelas Ejemplares. Un libro que nos llevará a los años 80 para acompañarnos de la mano en un viaje evolutivo por la sociedad de la época.
Una familia como protagonista, con unos personajes muy bien trazados y con una prosa bien cuidada nos traerán muchos recuerdos que parecían olvidados en nuestra memoria. Situaciones que sentirán como comunes muchos lectores que tendrán la sensación de haber vivido algunas de las circunstancias narradas a lo largo del libro.
Sin abandonar la narración en primera persona, la voz del relato sí que va variando, cogiendo el testigo en cada capítulo un miembro de la familia. Con una reflexión final sobre esa soledad que nunca abandona su papel de compañera, Anatomía de un hombre pez está escrita al pie, de forma directa, sin perderse en una literatura de adornos y complementos que no llevan a nada.
No falta el humor, ni la ironía en una radiografía peculiar de la sociedad española. Un libro muy aconsejable que hará sentir al lector partícipe de la historia que está leyendo.
“Algunas tardes en las que mis padres salían al cine o quedaban con sus amigos, jugábamos a morirnos. Los tres hermanos cerrábamos la boca y nos tapábamos la nariz, aguantando la respiración hasta que no podíamos más. La gracia residía, además de e del riesgo objetivo, pero nunca creído como tal, de abandonar este mundo, en observar los rostros cada vez más colorados, deformes en una esperpéntica mueca de congestión”.