Le llamaba déjà vu, pero hace un par de días uno de mis compañeros de batalla me mandó un mensaje que decía: "Escraches, enfrentamientos entre manifestantes, acusaciones de fascistas, de bolivarianos, de buenos versus malos, de azules versus rojos…".
¿Cómo decirle a los españoles que nosotros los venezolanos venimos del futuro y sabemos lo que nos espera? Reflexiono y me doy cuenta que mi experiencia me hace sentirme menos optimista y más realista con esta situación, vemos similitudes entre aquel diciembre de 1999 en Venezuela, donde a pesar de que, el gobierno de Hugo Chávez tenía la alerta meteorológica del huracán mitch, que se acercaba al litoral, y que sabían que se debía desalojar a los habitantes del estado Vargas, se hizo caso omiso para seguir adelante con la consulta popular, que fue aquel referéndum para cambiar la Constitución de la Republica de Venezuela. A consecuencia de ello se empezó a crear el marco legal con el que Hugo Chavez pensaba perpetuarse en el poder, control del ejecutivo, legislativo, electoral y judicial, aprovechando el estado de emergencia para censurar medios de comunicación y opositores. La Tragedia de Vargas dejó más de 50.000 fallecidos y cerca de 500.000 personas perdieron su hogar por las inundaciones.
¿Qué esperábamos en España si tenemos un presidente que se aferra al poder con pactos de terror y un Vicepresidente que fue asesor del Chavismo? El Gobierno de Sánchez e Iglesias tenía conocimiento de la magnitud de la pandemia antes del 8-M, a pesar de ello era más importante que nuestra ministra de "Igual da" gritara por las calles de Madrid "sola y borracha quiero llegar a casa", luego de ello hemos sufrido las nefastas consecuencias con la lamentable perdida de más de 30.000 españoles, cifras que no transmiten certeza.
Pablo Iglesias ya está en su zona de confort, lleva años preparándose y ya es inminente la instalación del socialcomunismo chavista que ya bien conocemos, somos víctimas de la censura."Esta pandemia ha dejado a la libertad y la democracia en la UCI de un hospital". No podemos negar que Pablo Iglesias maneja las situaciones de una forma magistral, no le sacan los colores las manifestaciones y los escraches, le vienen bien para distraer la atención del pueblo, y cuando en algún momento le increpan y le exigen responsabilidades por las muertes en las residencias ancianos, responde de forma predecible, que la culpa es del Partido Popular. Si estuviera en Venezuela la culpa seria del imperialismo.
"Ser rico es malo", decía Chávez, que llevaba un Rolex. "¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 € en un ático de lujo?" dice Pablo Iglesias que se muda de su humilde piso a un chalet de lujo.
Sorprendidos amanecieron los españoles con la jugada maestra de engañar a la líder de ciudadanos justo un día antes del parto, cuando a su vez firmaban un pacto nefasto para la economía del país con los herederos del terrorismo. Un pacto que fue parte del acuerdo de investidura y que deja en evidencia que el Gobierno legitima a los proetarras de Bildu, aquellos que llamó hombres de paz, y que son asesinos confesos de cientos de inocentes, civiles, políticos, policías. Yo no me sorprendo, pues Hugo Chávez tuvo en su círculo confianza a Arturo Cubillas, vínculo entre ETA y la FARC.
España se ha convertido en territorio de lo posible, con un presidente que lleva desde diciembre con insomnio, ya que dijo en la televisión que no podría dormir tranquilo si pactaba con Podemos. ¿Después de eso esperabais que cumpliera la promesa de no pactar con Bildu?
Yo ya perdí la capacidad de asombro. En fin, definitivamente venimos del futuro, lo peor es que en ese futuro la oposición sigue dividida y el socialcomunismo campa a sus anchas.
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