Ventanas limpias para una buena iluminación

Hubo un tiempo en el que limpiar los cristales de las ventanas era toda una odisea que por lo general no terminaba de salir bien. Había que hacer todo un protocolo, desmontando las ventanas y enjuagándolas a conciencia con un limpiacristales para luego tener que secarlas con papel de periódico, pero por más que nos afanamos siempre quedaban marcas.

Afortunadamente hoy en día todo ese proceso se ha simplificado mucho pues contamos con unos limpiacristales eléctricos diseñados para hacer esta labor de una manera más eficaz. Se trata de un pequeño aparato gracias al cual se puede tanto enjabonar y limpiar los cristales de una ventana como secarlos sin dejar rastro.

Y es que la clave no está realmente en cómo limpiarlos pues con un poco de agua, jabón y un trapo se retirará la suciedad con bastante facilidad. El verdadero problema aparece cuando al intentar enjuagar el jabón y retirar el agua quedan líneas marcadas, con lo cual el cristal no queda limpio por completo nunca.

¿Qué es un limpiacristales eléctrico?

Para ser más exactos podríamos decir que son dos aparatos en uno, con cierto parecido a una aspiradora de mano (de hecho, puede ser utilizado como tal en algunos modelos) que facilitan la limpieza de ventanas o mamparas de cristal evitando marcas y ruidos incómodos.

El primero de estos aparatos es completamente manual. Se compone de un pequeño depósito para el agua con jabón, al que se le acopla una boquilla pulverizadora sobre la cual se coloca una especie de gamuza reutilizable.

Por otro lado, está el verdadero limpiacristales eléctrico, también lleva un depósito de líquidos un poco más grande al que se le acopla la rasqueta de goma, mediante la cual se irá aclarando la ventana en cuestión y se irá absorbiendo el líquido para que no quede ese resto en forma de líneas.

El complemento perfecto

Cabe mencionar otro tipo de utensilios para limpiar específicamente las ventanas, se trata de los limpiacristales magnéticos como estos. Son una solución ingeniosa que permiten acceder a las dos caras de una ventana de una sola vez.

No sólo es una excelente opción para limpiar las partes de las ventanas a las que no podemos acceder con facilidad, además es una forma segura de hacer esta labor sobre todo para quienes tengan ventanas en pisos altos.

¿Cómo utilizar el limpiacristales eléctrico?

Todo este tipo de aparatos tienen un funcionamiento muy similar, aunque nunca está de más mirar las instrucciones y los modos de uso particulares de cada uno.

Por lo general lo primero que hacemos es rellenar el dispensador con agua y jabón. Haciendo uso del pulverizador se moja bien el cristal y se frota con la gamuza que viene incorporada.

A continuación, una vez que hayamos recargado la batería el tiempo suficiente, con la rasqueta de goma vamos haciendo un movimiento vertical u horizontal homogéneo para ir aspirando el resultante de la espuma generada al frotar.

El cristal irá limpiándose sin dejar la famosa línea marcada, pues de nada sirve tener una habitación con amplias ventanas si no podemos disfrutar de la iluminación por culpa de la suciedad.