Además de destacar por la calidad de los títulos seleccionados, nuestro
especial sobre libros del Holocausto también sobresale por la variedad, por las diferentes propuestas relacionadas con un mismo tema. El horror nazi desde todos los puntos de vista y géneros. Ensayos, novelas entre la ficción y la realidad, relatos autobiográficos y libros, como el que vamos a reseñar a continuación, que analizan con el microscopio de los autores (
Miguel del Rey Vicente y
Carlos Canales Torres) la crueldad vivida en los campos de concentración.
Campos de muerte. Geografía del mal (
Edaf) es, como se indica en la cubierta del libro, un pavoroso recorrido por la iniquidad, infamia y depravación humanas. Y en ese viaje a las entrañas sin alma ni corazón del terror no podía faltar un capítulo dedicado al Holocausto, tema principal que nos ocupa en nuestro especial. Pero no nos podemos olvidar de la radiografía que también hacen los autores a lo largo del libro de otros campos de concentración y exterminio repartidos a lo largo de la historia y del mundo por países como Corea del Norte, Japón o la Unión Soviética.
El mal está presente a lo largo de un libro que recoge imágenes muy impactantes, dramáticas y que, en muchos casos, transmiten una sensación de frío y desolación que deja helado al lector. Algunas de esas imágenes son muy difíciles de digerir, pero reflejan a la perfección la cara más terrorífica del ser humano.
Apoyado en un gran trabajo de documentación, los autores detallan la vida en los campos de concentración y aportan datos sobre la convivencia con esa compañera llamada muerte que, por desgracia, formaba parte del día a día. Los principales campos de concentración del III Reich, con su localización, creación, liberación y número de víctimas son analizados en este retrato geográfico de la maldad.
Hay pasajes estremecedores: "También se comerciaba con los cadáveres: la grasa humana era destinada a la elaboración de jabón; los huesos calcinados y reducidos a polvo se destinaron a fabricar fosfatos o Auschwitz, por ejemplo, vendió 60 toneladas de cabello a la firma Alex Fink, productora de fieltro. Beneficios que, en la fase más horrible y criminal del Holocausto, Pohl y Walther Funk, ministro de economía del Reich, sumaban a los objetos de valor incautados a los reclusos a su llegada a los campos de exterminio, como relojes de oro, anillos, empastes dentales de oro, gafas o dinero".
También explican los autores los distintos métodos que se empleaban para asesinar de forma masiva a los prisioneros. Desde ahorcamientos a ahogamientos o las tristemente conocidas cámaras de gas. Todo ello sin olvidarse de los despeñamientos, el hambre, los fusilamientos masivos, las invitaciones a suicidios, los martillazos o las duchas heladas que acababan con las víctimas por congelación.
Un mapa de la muerte, una biografía de la crueldad, un retrato del mal en un libro que, además de reflejar la sangre derramada durante el Holocausto, también aborda otros abusos de poder liderados por el miedo y por los asesinatos. Así, este viaje por la geografía más terrorífica, también encuentra paradas en la antigua Yugoslavia, el régimen estalinista o la actual Namibia.