Winter is coming: la renovación del miedo

 

Los Izquierdaunnister no quieren oír hablar de hombres vestidos de negro que aparezcan de más allá de las murallas para comandar lo que desde el Trono de Hierro no parece saber hacerse. Es el miedo el que les lleva a la rendición, no el diálogo.

Si se llega al nuevo año 17 con la prórroga de los presupuestos de 2015, las consecuencias podrían ser bastantes. Así se lo han hecho saber los hombres de confianza de la reina Sánchez a ella y sus vasallos. Estos les han entregado lo escrito en letras de molde a los señores de las otras casas avisando de todo lo malo que podría ocurrir.

¿Pero para quién? ¿Quizás no está ya el pueblo acostumbrado al mal? ¿Quién debe tener miedo de lo que pueda ocurrir? ¿Quizás haya miedo porque la incapacidad de los Socilistar quede aún más a la vista? ¿O es que quizás no se le podrá dar circo a quien ya no tiene pan porque las monedas de oro que un día fueron para el teatro viajaron a un lugar donde nadie puede encontrarlas?

La estrategia del miedo va encaminada a convencer sobre todo a la Casa Ganemheon. No obstante, la diferencia con los Izquierdaunnister radica en que el señor Santiago Sánchez y los suyos no se arrugan. Quieren la cabeza de la reina y entonces comenzar a hablar.

Ha entregado la fórmula del cambio a la Casa Socialistark: sus armas y sus hombres por la cabeza de la reina.  Cansados del diálogo estéril con el Consejo, han decidido que haya una permuta, aunque quien ostente el Trono sea otro miembro de la casa Socialistark. Primero, la reina; después, continúa el juego.

Los libros no dicen nada sobre si ésta podría ser la solución, aunque de lo que no cabe duda es de que sería el movimiento más efectivo, el que podría salvar a todos los reinos del peligro inminente del que avisa la casa Socialistark. Pero, ¿y si el miedo está en el bando que quiere transmitirlo? ¿Quién lo infunde? ¿Por qué? Las reglas del juego dicen que a veces hay que sacrificar a un peón, ¿pero sacrificar a la reina? Los cánones nunca hablaron de ello, solo de protegerla hasta el fin de los días.

“Un señor debe preocuparse por su pueblo como si fueran sus hijos”, le dijo un rey a su hijo. ¿Y moriría un padre por su hijo? La enseñanza no parecen haberla escuchado en estos tiempos algunos señores, ya que ostentar el Trono de Hierro es el único ímpetu de todos los que se sientan en los plenos de Desembarco del Consistorio. 

"El único modo de hacer a los plebeyos leales es que te teman más que al enemigo. Recuérdalo, si esperas ser reina algún día".

Jerez: Juego de Tronos

Capítulo 0: "La ley es la ley, mi señora"

Capítulo 1: ¿Quién ostentará el Trono de Hierro si le cortan la cabeza a la reina?

Capítulo 2: Subir los impuestos: nada de lo que digas antes de la palabra pero vale

Capítulo 3: Los enemigos se odian entre sí casi tanto como a nosotros

Capítulo 4: ¿Rectificar o morir? La historia de una reina sin poder