En casi todos los ámbitos de la vida existe el plagio. Por poner algunos de los ejemplos más curiosos, Amaral llegó a inspirarse demasiado en David Bowie con su “Toda la noche en la calle”, Ana Rosa Quintana escribió (bueno, le escribieron) un libro compuesto de retazos de obras de Danielle Steel y Ángeles Mastretta, y hasta al pobre de Antonio Meucci le plagiaron su famosísimo invento por no tener dinero para pagar la patente.
En publicidad nos inspiramos en casi absolutamente todo. En muchísimas campañas hay referencias a películas, canciones, entrevistas, cuadros o vídeos virales de internet. En la opinión del que escribe, no hay problema en utilizar estos recursos, puesto que todos necesitamos influencias para crear cosas nuevas. Nadie parte de la nada a la hora de crear, por lo que no nos deberíamos echar las manos a la cabeza cuando vemos que un anuncio utiliza una escena de una película al igual que no nos escandalizamos cuando vemos que una película toma inspiración en algunas partes de otro filme. En todo caso, más reprochable puede ser que el argumento, temática, personajes o el conjunto de los mismos se parezcan demasiado a una película en concreto.
Dentro del sector publicitario pasa lo mismo. No es extraño que campañas tengan conceptos creativos parecidos, el problema es el resultado final de las mismas. Es preocupante es ver que campañas para diferentes productos o servicios siguen caminos creativos muy parecidos. No solo hablamos de ideas sencillas, sino también de ideas que han sido premiadas en festivales publicitarios. Aunque el proverbio diga que “las grandes mentes piensan de manera parecida”, para conseguir una campaña genuinamente creativa hace falta pensar horas y horas para lograr algo que destaque por encima de las demás, ya sea por su inteligente, útil o divertida resolución.
Recientemente la agencia valenciana Rosebud lanzó para Sprinter una campaña bajo el concepto “La gente que no es feliz toca las pelotas”, en el que vemos a una persona vestida de pollo destrozando cosas de manera violenta y sin motivo aparente. Es una manera divertida de comunicar que hacer deporte te alegra la vida, aunque realizar un anuncio en el que el protagonista sea una persona vestida de animal, callada y que destroza cosas no resulta tan original si comprobamos que en el año 2010 la agencia egipcia Elephant Cairo hizo esto para el queso Panda:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=X21mJh6j9i4[/youtube]
Sprinter podría haber utilizado muchos caminos para representar la infelicidad que causa no hacer deporte, incluso otras maneras de mostrar de manera creativa la mala leche del no deportista, pero decidió usar un recurso que llevó a una pequeña agencia como Elephant a ganar premios publicitarios internacionales. Parecido es el caso de la campañas gráfica presentada el año pasado por la agencia MC&Saatchi Stockholm para la aerolínea Norwegian Airlines, que si bien utiliza un recurso bastante usado en anuncios gráficos como son las banderas, el giro creativo de encontrar más banderas dentro de una misma bandera ya fue usado en 2013 por los españoles DraftFCB para una ONG de ayuda a refugiados. Bien es cierto que en el año 2008 la agencia polaca Y&R Warsaw fue pionera en buscar la bandera de Polonia en otras banderas para anunciar el país, pero es evidente el parecido de la campaña de la aerolínea con la de la ONG como se puede comprobar:
Quizá la única justificación ética para plagiar una creatividad de una campaña sea la de utilizarla como parodia. Cuando un anuncio adquiere mucha popularidad, es común que salgan marcas que lo parodien en tono de humor. Al gorila de Cadbury le pasó con Wonderbra, la ONG IFAW y con Aldi. Sin embargo, no parece ser tan gracioso que te parodie un competidor para ridiculizarte, puesto que a Nespresso no le sentó tan bien que una marca de cafés de Israel realizara un anuncio al estilo Nespresso (con doble de George Clooney incluído).
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=56DKvnXmpxo[/youtube]
Casos de plagios creativos hay en muchas agencias, y estos ejemplos no justifican que las agencias que han hecho están campañas no puedan crear buenas ideas (de hecho, la agencia Rosebud hizo un muy buen anuncio el año pasado para Divina Pastora). El problema es que estamos en una profesión en el que muchos nos adjuntamos un nombre tan presuntuoso como “creativo”, y es casi una obligación demostrar que nos merecemos ser nombrados así. Es cierto que los plazos de entrega, las limitaciones creativas que imponen las marcas o la falta de recursos pueden coartar la creatividad, pero tampoco ayuda que hagamos lo mismo que otros compañeros de profesión.
Xerezmania Producciones S.L. ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo Objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha implementado: Desarrollo de app móvil para la mejora de competitividad y productividad de la empresa. Esta acción ha tenido lugar durante 2018. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio de Jerez