En jaque los Viernes Flamencos de Jerez y el verano musical de la ciudad

Jerez, 3 de julio de 2021. Los Viernes Flamencos de Jerez no han empezado con buen pie. Uno de los ciclos musicales más longevos de cuantos se celebran en la ciudad – creado por Manuel Morao hace ya más de medio siglo- ha visto como se ha tenido que suspender la primera de sus citas “por problemas técnicos de última hora” que impedían que se llevara a cabo la misma como estaba previsto. En un escueto comunicado en la fanpage que usa la Delegación de Cultura para promocionar su actividad de flamenco, el Ayuntamiento de Jerez daba a conocer de forma oficiosa esta incidencia a tan sólo dos horas del inicio del espectáculo, sin que se supiera nada hasta ese momento ni por parte del público ni tampoco de los artistas participantes.

Así que, a la falta de propuestas que provocó la semana pasada que quedara desierta la licitación convocada por Fundarte para el montaje del equipamiento técnico necesario para poder llevar a cabo las actividades musicales durante el verano en Jerez, ahora hay que sumar estos “problemas técnicos insalvables” que han provocado que hasta la propia Alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, ha tenido que tomar cartas en el asunto y se haya convocado una reunión urgente para el próximo lunes, en la que se van a estudiar las vías de solución de una incidencia que ha puesto en jaque todo cuanto tiene programado este verano la Delegación de Cultura a nivel musical en la ciudad.

De forma oficial poco o nada se ha sabido por parte del Ayuntamiento de Jerez acerca de las circunstancias que han provocado este hecho, si bien todo apunta a que el motivo de fondo es la negativa de los técnicos municipales a dar su visto bueno a la licencia necesaria para que puedan celebrarse conciertos. No obstante, aparte del comunicado emitido en las redes sociales, tanto en los perfiles del Teatro Villamarta (Fundarte) como de Flamenco de Jerez (Delegación de Cultura – Unidad de de Flamenco), fuentes cercanas al evento suspendido consultadas por MASJEREZ indican que la causa que ha motivado la suspensión de forma unilateral del espectáculo ‘Morao & Parrilla – Guitarras de Jerez’ se ha debido a “la imposibilidad de cumplir con los requisitos que establece la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en materia acústica”.

“Recibimos una llamada de teléfono dos horas y media antes de la hora de comienzo por parte de Luis Pérez informándonos de esta situación” argumentaban a este medio quienes aún no dan crédito a lo que está ocurriendo ya que “habíamos realizado la prueba de sonido por la mañana y teníamos puesto en marcha a un equipo de 28 personas, con los costes que ello conlleva en las circunstancias actuales que estamos viviendo”. “Esto es una ruina para nosotros” alegan desde la empresa promotora, quienes ven muy difícil que el espectáculo se pueda celebrar el 13 de agosto tal y como ha informado el Ayuntamiento de Jerez porque “va ser muy difícil poder encajar las agendas artísticas de cada uno de los participantes y, además, nosotros no hemos dicho que si aún a esa fecha”.

Justos por pecadores 

Como siempre, este tipo de incidencias vuelven a provocar que los más perjudicados no sean quienes cobran su nómina puntualmente a final de mes desde el Ayuntamiento de Jerez, sino unos artistas que han visto como “las horas de ensayos y la preparación previa se ha ido al traste por causas ajenas a la producción del concierto”. Y es que, en esta ocasión les ha tocado a Manuel Parrilla, Pepe del Morao y Diego del Morao ‘bailar con la más fea’ al ser ellos los responsables de capitanear un espectáculo que pretendía poner sobre el escenario a un número importante de artistas en el que las dos casas tocaoras pretendían darse la mano. Cosa que al parecer difícilmente va a ocurrir.

“A Dios gracias, en esta ocasión no íbamos ‘a taquilla’ sino que hemos conseguido cerrar un caché para los artistas que no hiciera peligrar la rentabilidad del concierto” añadían los responsables de la empresa promotora quienes confían en sus servicios jurídicos “que todo tenga una pronta solución porque la culpa no ha sido nuestra y en menos de 15 minutos después de la llamada, nuestros abogados ya estaban poniéndose en contacto con los responsables municipales”.

La rescisión ha sido unilateral por parte del Ayuntamiento de Jerez y por causas ajenas a la empresa por lo que los servicios jurídicos de la misma tendrán que ser los que entren en juego para que todo tenga una pronta y rápida solución y serán ellos a quienes les toque lidiar con un Ayuntamiento de Jerez que, de momento, tiene en más de 340 días el periodo medio de pago a proveedores para el cobro de facturas.

Un problema común a todos los conciertos de España

El problema alegado por parte del Ayuntamiento de Jerez ni es nuevo ni tampoco desconocido por ningún este público o privado que promueva eventos musicales. La actual normativa vigente (Decreto Ley 14/2020 de 27 de mayo por el que se establecen con carácter extraordinario y urgente medidas para la reactivación del sector de la hostelería, restauración, ocio y esparcimiento) recoge en su artículo 48 unos parámetros que hace inviable la realización de cualquier concierto en exteriores, ya bien sean lejos o cerca de nucleos residenciales, al establecer unos decibelios máximos (85 db) que personas hablando y sin música haría que se superaran. Por ello, es costumbre por parte de quienes realizan este tipo de actividades solicitar la excepción de la norma al organismo competente, en este caso la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y en el 99,9% de los casos esta solicitud cuenta con la autorización del ente autonómico y ya es cada municipio quien otorga y aprueba la licencia correspondiente.

Según empresas técnicas del sector dedicadas al montaje de este tipo de infraestructuras consultadas por este medio, todas han mostrado su sorpresa por este hecho ya que “pedir la excepción de la norma es una práctica habitual en todos los sitios porque, de lo contrario, no se podría celebrar ningún concierto, no sólo en Jerez sino en España”. Por tanto, no es de recibo las declaraciones realizadas por parte del delegado de urbanismo, José Antonio Díaz, en las que indica que “no existen en el mercado los limitadores de potencia que exigen la normativa” ya que faltan a la verdad en tanto en cuanto la solicitud de la excepcionalidad de la norma es la práctica habitual y “cualquier rider de cualquier artista recoge como requisito técnico mínimo unos equipos que generan en torno a 120 db”.

“Bajo esta misma normativa se han celebrado en la ciudad todos los eventos musicales realizados en Jerez desde el 27 de mayo del año pasado en adelante” apuntan estas empresas del sector, en alusión a los eventos realizados el verano pasado, algunos de ellos de grandes dimensiones como el Tio Pepe Festival, los distintos ciclos flamencos o, incluso, el polémico Xera Festival a finales de septiembre.

Por tanto, el problema no está en el Real Decreto al que se alude sino en la diligencia de un procedimiento administrativo que, en el caso que nos ocupa, hasta última hora existía la esperanza por parte de Luis Pérez, máximo responsable de la Unidad de Flamenco de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Jerez, de que este se realizara in extremis, como es su práctica habitual, pero que en esta ocasión los técnicos municipales encargados de rubricarlos, por distintos motivos, no lo hicieron y, como siempre, el flamenco de Jerez y en Jerez es el que sale perdiendo.