Hemodiálisis: vivir con insuficiencia renal

El principal filtro del cuerpo son los riñones mediante la orina, de esa forma se depura el organismo de agua y toxinas. La insuficiencia renal se produce cuando el órgano deja de filtrar la sangre, ocasionando el exceso de líquido y sustancias de desecho que se acumulan y generan tóxicos como la urea y creatinina.

Adicionalmente, los riñones producen las hormonas relacionadas con los glóbulos rojos, regulan la presión arterial y la absorción del calcio en los huesos. Los riñones pueden dejar de trabajar como deben, la enfermedad puede seguir empeorando y hacerlos menos capaces de cumplir su función.

¿Qué causa un fallo renal?

Cuando los riñones dejan de funcionar, se comportan de dos formas:

- Insuficiencia renal crónica: Se pierden funciones de forma progresiva en meses ó años. Sin la presencia de síntomas a medida que avanza, una vez que se está en esa etapa permanece en el paciente hasta que se logra el trasplante.

- Insuficiencia renal aguda: Los riñones súbitamente dejan de funcionar, en consecuencia a otras lesiones, como por ejemplo infecciones, intoxicaciones, entre otros.

La diabetes es la mayor causa de esta enfermedad, seguida de la presión arterial, sin embargo también pueden incluirse:

- Enfermedades auto-inmunes como el lupus y la nefropatía lGA.

- Enfermedades genéticas, como por ejemplo riñones poliquísticos.

- Síndromes nefríticos.

- Incluso problemas en las vías urinarias.

Cuando los riñones dejan de funcionar sin explicación, la causa es por:

- Ataques al corazón.

- Uso ilegal de drogas y excesos de alcohol.

- Poco flujo sanguíneo en los riñones.

Adicional a lo anteriormente mencionado, la insuficiencia renal puede presentarse por antecedentes familiares, por problemas renales o derivados como trasplantes antes de los 60 años de edad.

Síntomas tempranos de la Insuficiencia Renal

- Micción: por ejemplo levantarse a orinar de noche y con variación en la cantidad.

- Aspecto de la orina: color claro o presencia de sangre.

- Retención de líquido: como por ejemplo, pies, tobillos, cara y piernas hinchadas.

- Anemia o falta de apetito.

- Sensación de picor en la piel debido a las toxinas.

- Sabor y olor en la boca a amoníaco, por causa del exceso de urea en el cuerpo.

- Náuseas y vómitos, acompañados de pérdida de peso.

El diagnóstico puede darse por la presencia de los síntomas o evaluaciones médicas en base a ecografías, resonancias magnéticas, tomografía, exámenes de orina y sangre, acompañado del análisis de potasio, urea y creatinina.

Los análisis de la orina son importantes para conocer la depuración de toxinas, esta evaluación mediante dicho examen da a conocer el porcentaje de filtrado del riñón.

Mientas que la depuración no esté por debajo del 25% el paciente tiene posibilidades de remediar la situación y evitar la silla de hemodiálisis; una vez que alcanza un valor mejor al margen de referencia el estado de la enfermedad es crónica.

Tratamiento y recomendaciones

La insuficiencia renal, exige la asistencia de un nefrólogo y nutricionista dependiendo del nivel de la enfermedad, se pueden realizar diálisis peritoneales ó hemodiálisis.

La mayoría de los medicamentos sugeridos son antihipertensivos y diuréticos como por ejemplo la Furosemida, sin embargo las prescripciones médicas pueden variar así como los lugares especializados en tener toda clase de medicamentos, por ejemplo Farmacia 24 PM.

Los casos más graves requieren un trasplante de riñón, cuyo único objetivo es posibilitar el filtrado de sangre y retirar las impurezas del organismo. Cabe destacar que el paciente no solo requiere de cuidados físicos sino también psicológicos, dado que es la parte más afectada de este proceso, ya que se debe asumir el vivir utilizando una pequeña máquina.

Adaptarse a un fallo renal puede ser problemático, cambia radicalmente el estilo de vida hasta que el paciente puede aceptar una realidad un poco más difícil; las variables para aumentar la depresión pueden ser muchas, desde no tener la acostumbrada rutina cotidiana, hasta el experimentar cambios bruscos de humor.

Prevenir la enfermedad renal

Si bien es cierto que no es predecible, esta enfermedad se puede evitar controlando el azúcar en la sangre y la tensión arterial, consumiendo líquido en abundancia y evitando el exceso de sal en las comidas; también se debe llevar una vida saludable, practicar un poco de ejercicio y comer de forma saludable.

Además de visitar un médico regularmente y evitar el consumo de drogas y alcohol, se deben aplicar todas aquellas recomendaciones cardio-saludables que ayuden a prevenir estos posibles fallos renales.