Hosteleros “mosqueados” y “comidos por las moscas”

En el emblemático bar de La Moderna, uno de los establecimientos más característicos de Jerez, son críticos con las restricciones a la hostelería decretadas por la Junta de Andalucía para frenar la tercera ola de la pandemia del coronavirus. Para ello, con cierta guasa y bastante ironía, han decorado su fachada con grandes moscas verdes tras decretarse el cierre.

Uno de los propietarios, Alfonso Pacheco, ha afirmado ante varios medios de comunicación que está "mosqueado". Hay malestar e indignación por el hecho de que se asocie y estigmatice a los bares como principal foco de infección del COVID-19.

También algunos entienden que "les comen las moscas" por la situación tan ruinosa de un sector como el hostelero tras paralizar su actividad. Semanas atrás La Moderna también tuvo colgado un cartel en el que anunciaban que se mantenían cerrados "por jindama", una manera igualmente cómica y sobrada de arte para referirse al pánico generalizado derivado de la pandemia.