Hay mil formas de viajar y una de ellas es acercándonos a los libros, dejándonos llevar por las palabras y volando con nuestra imaginación a esos lugares donde nos transportan muchas historias. En
MASLEER tenemos un
especial de libros de viajes para acompañar a nuestros lectores por las rutas que marcan las letras y la literatura.
Y dentro de este especial nos gusta encontrar destinos diferentes, libros como El mundo (no) es un lugar peligroso (Lectio Ediciones) que nos proponen rutas personales, experiencias y sensaciones grabadas en las páginas de esta obra por Xavier Gual.
Antes que nada, un aviso para navegantes. En este libro el lector no va a encontrar recomendaciones sobre lugares o propuestas para visitar tal o cual ciudad. No nos encontramos ante una guía de viajes y sí frente a un mapa de sentimientos con la topografía del alma viajera del autor.
El mundo (no) es un lugar peligroso es una invitación a conocer el planeta, a viajar más allá de hacernos cuatro fotos en los sitios más característicos y destacados por las diferentes agencias turísticas. Es un billete sin vuelta para salir de la zona de confort del viajero acomodado que no va más allá.
Nos encontramos ante una montaña rusa, un libro de subidas y bajadas, de idas y venidas, de experiencias reales donde no tiene sitio la ficción. El mundo es así y de esa forma lo pinta Xavier Gual en este testamento vital.
Una aventura para conocer mundo, para lanzarnos sin miedos a aquellos lugares que a veces quedan a la sombra de las agencias de viajes. Un libro para dejarse llevar por la brújula del sentir de las personas y para conocer más sobre esas otras culturas que envuelven nuestra Tierra.
“Una anotación para los que no lo han hecho aún: viajar es una de las actividades más enriquecedoras que pueden experimentarse, pero en todas las formas y condiciones es un acto exigente, físicamente desgastador y que hay que afrontar con actitud y mentalidad adecuadas. Si no, el sufrimiento propio y de los que recibirán las consecuencias del malestar y el nerviosismo convertirán la experiencia en un pequeño o gran tormento”.